La boda de Philippos de Grecia y Nina Flohr promete en cuanto a la lista de invitados ya que es la unión de dos dinastías con destacados vínculos familiares y sociales. Por parte del novio se esperan miembros de varias casas reales europeas, ya que la Familia Real griega está estrechamente emparentada con la Familia Real danesa y española; por parte de la novia, se espera otro tipo de realeza: la de la elite de los negocios. Si hay alguien que ha navegado siempre entre esas dos aguas, ella es la princesa Marie Chantal, que fue la Nina Flohr de los años noventa y que ya se encuentra en Atenas para la boda real.
Son de los más activos en redes sociales, tanto los príncipes Pablo y Marie Chantal, como sus hijos, pero últimamente la discreción impera en torno a esta boda. Sin embargo, la Princesa sí que subió una imagen que hizo saltar todas las alarmas, era una taza de café en la tradicional bandeja redonda de latón con la frase: “Nada mejor que un café griego en Atenas”. Hay que recordar que el café griego –aunque fueron los otomanos los que lo introdujeron- es una de las señas de identidad del país y tanto la forma de prepararlo como tomarlo tiene sus peculiaridades. Algunos apuntan a que la globalización amenaza esta tradición, así que la publicidad que Marie Chantal ha hecho de esta bebida ha sido rápidamente celebrada por los medios de comunicación del país heleno.
Esto indica que la familia del novio, el hijo pequeño de los reyes Constantino y Ana María de Grecia, comienza a llegar a Atenas para unas celebraciones que durarán tres días y que tendrán su punto álgido el sábado, cuando se celebre la ceremonia religiosa por el rito ortodoxo en la catedral de la Asunción de Santa María de Atenas, que no acoge una boda real desde 1964, cuando se casaron allí los Reyes de Grecia.
El príncipe Philippos y Nina Flohr, heredera de un imperio de aviación comercial, devolverán a Grecia el esplendor de las bodas reales, eso sin olvidar que ya en los años noventa, la propia Marie Chantal elevó ese esplendor a la enésima potencia celebrando en el Reino Unido –lugar en el que se estableció la Familia Real griega tras el exilio- una boda que todavía se recuerda. Si Nina Flohr es una mujer cosmopolita, nacida en Suiza, educada en los mejores colegios del Reino Unido y que trabaja en la potente compañía de jets privados que fundó su padre; Marie Chantal Miller tenía la carta de presentación de ser la hija de Robert Warren Miller, el empresario estadounidense que montó el imperio de los Duty Free.
A la boda del heredero griego y la millonaria estadounidense, acudieron 1.300 invitados, entre otros, la Reina de Inglaterra y el recientemente fallecido duque de Edimburgo, también estuvieron los reyes don Juan Carlos y doña Sofía, la reina Margarita de Dinamarca o Noor de Jordania. Marie Chantal Miller fue de las primeras novias de la realeza en vestir de Valentino, otras le siguieron, como Máxima de Holanda o Magdalena de Suecia, y el despliegue de lujo, desde las flores hasta la repostería todo en lo más exclusivo de esta época.