La maternidad desafió la salud mental de Amanda Seyfried

No se puede negar que Amanda Seyfried está pasando por uno de sus mejores momentos profesionales

Sobre todo valorando que este 2021 logró su primera nominación al Oscar gracias a Mank de David Fincher. Aunque en el terreno personal pasa por una situación compleja, pues la actriz confesó que tiene que hacer frente a un trastorno obsesivo compulsivo que se traduce en ataques de pánico, depresión y ansiedad. Y esto fue un inconveniente a la hora de decidir convertirse en madre.

Así lo ha contado la actriz , quien durante la promoción de su nueva película A Mouthful of Airseñaló que tuvo que enfrentarse a mucha terapia para evitar caer en la depresión postparto. En concreto, Seyfried se remonta hasta hace cuatro años, cuando dio a luz a su hija Nina junto a su marido Thomas Sadoki. La protagonista de Mamma mia cuenta que en aquel momento “estaba aterrorizada de sufrir depresión postparto” a causa de los problemas de salud mental que arrastraba, pero los tratamientos le ayudaron a seguir adelante.

“Terminé haciendo mucha terapia CBT (terapia del comportamiento cognoscitiva). No sufrí de depresión y sentí que había ganado de alguna manera”, confesaba Seyfried sobre dichos tratamientos. “Fue difícil, la lucha fue muy difícil, pero no fue algo que no creyera que pudiera manejar”, continuaba exlicando.

Sin embargo, fue muy diferente cuando el pasado 2020, en medio de la pandemia del COVID-19, tuvo a su segundo hijo. La actriz confiesa que el problema de la depresión posparto fue más sencillo de afrontar, puesto que había estado tomando mediación y nunca llegó a dejarla, pero la crisis sanitaria por la pandemia y algunas complicaciones en el parto le añadieron un mayor estrés traumático.

“Tuve algo que salió mal con mi segundo parto. El bebé estaba bien, pero fue complicado, doloroso y no tenía que suceder, pero sucedió y agregó un nivel extra de trauma”, confesaba Seyfried para People. La actriz también explica que por los problemas que le dejó el parto en su columna vertebral tuvo que hacer “malabares” con su marido para poder cuidar a sus hijos, lo que no fue nada sencillo de afrontar cuando a raíz de la pandemia los servicios médicos dejaron de prestar visitas médicas regulares a la vez que las facturas de la atención hospitalaria seguían llegando.

“En ese momento, cuando acababa de salir del hospital, tuve que alimentarlo mientras mi marido estaba con mi hija y yo tenía personas que podían llevarme de regreso al hospital”, comentaba Seyfried. "Fui al médico todas las semanas al final de mi embarazo y, de repente, es como, '¡Adiós, aquí tienes algunas facturas del hospital! Quiero decir, las seguí recibiendo y todavía me estoy recuperando de algo", matizaba.

No obstante, Amanda Seyfried termino su intervención valorando de forma positiva su estado actual de salud. "Estoy bien. Fue algo muy físico en la columna vertebral, pero estoy bien", tranquilizaba. Y es que según confesó en 2016 en una entrevista con Allure, lleva más de una década tomando antidepresivos para paliar sus problemas de depresión y ansiedad, aunque admitió que a lo largo de los años lo ha ido sobrellevando hasta el punto de haber podido reducir sus dosis de medicación. Desde entonces, la actriz siempre ha sido muy abierta a la hora de tratar sus problemas buscando romper los estigmas que aún existen en la sociedad sobre la salud mental.

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