Su vida está en Estados Unidos pues es allí donde ha encontrado a su alma gemela. Brooklyn Beckham tiene una nueva vida a sus 22 años en América, alejado de sus padres David y Victoria y sus hermanos que tienen fijada su residencia en Inglaterra. Mudarse al otro lado del océano no le ha supuesto un problema pues tiene a su lado a Nicola Peltz, su prometida, con quien ha estrenado una nueva casa en Beverly Hills. “Me voy a casar con mi mejor amiga así que tenemos nuestra propia pequeña burbuja juntos y es genial” comentó a la revista HELLO! se refirió además a su boda con la modelo que estaba prevista para el pasado año pero tuvo que retrasarse debido a la pandemia. “Hemos estado comprometidos durante un año y si no hubiera sido por el coronavirus ya estaríamos casados, así que ha sido un poco complicado” explica.
¿Cuándo piensan entonces celebrar su enlace? “Acabo de empezar a viajar de nuevo así que espero que sea el próximo año” apuntó. Parece que estos viajes no le llevarán de momento a casa en Navidad pues tiene planeado pasarla en Estados Unidos con Nicola. “Estoy muy ocupado ahora mismo así que dependería de dónde me lleve el trabajo. Creo que estaré con la familia de mi prometida así que estoy emocionado” aseguró entusiasmado. Brooklyn, que ha sido nombrado embajador de la sostenibilidad de la firma Superdry, ha desvelado además que sus padres y su novia son sus mejores referentes de estilo. “Mi madre siempre dice: ‘ponte eso o no te lo pongas’, pero siempre me ha gustado elegir mi ropa. He pasado por muchos estilos diferentes: llevaba pantalones pitillo y luego me pasé al estilo skater, con pantalones anchos”.
La buena relación del hijo mayor de los Backham con su familia política quedó de manifiesto el pasado mes de septiembre, cuando viajó con sus futuros suegros a Italia. Nelson y Claudia Peltz recorrieron diferentes zonas del país alpino junto a Nicola y Brooklyn, un periplo en el que también visitaron Roma, donde tuvieron la oportunidad de conocer al Papa Francisco en el Vaticano. Una visita que les ha emocionado y en la que además tuvieron la gran fortuna de intercambiar unas palabras con el Pontífice.
La pareja se ha mudado ya a su impresionante mansión en Los Ángeles, una casa con cinco habitaciones, amplio salón y piscina que adquirieron por casi 8,5 millones de euros. Las enormes cristaleras proporcionan a la vivienda mucha luz, lo que se nota sobre todo en la planta baja, de concepto abierto y con acceso directo al jardín. En este hay una zona de estar con sofás y mesa de centro, ideal para hacer reuniones al aire libre, y tumbonas alrededor de la piscina.
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