En definitiva el azul en todas sus versiones y declinaciones es un acierto seguro en pleno 2018.
Sin duda, un aliado tan riguroso, atemporal y elegante como el negro, pero con un efecto calmante, una frescura y una sutilidad de lo más favorecedoras.
Además, resulta sencillo a la hora de complementar, apostando por accesorios metalizados o nude, en su defecto, que se integren a la perfección en el conjunto.
Así como los clásicos colores negro y blanco, el azul marino es el tercer comodín que nunca falla, en especial para los vestidos de noche, elegante y clásico nunca falla.