- Nos dimos cuenta tarde que la mentira corre veloz y llega mucho antes que la verdad. Por eso los tantos estropicios y desconfianza. De manera tal que la mentira se disfraza de verdad. Y esta, desnuda, nos parece increíble.
- Que hay amores eternos, aunque mueran. Y es el concepto mismo de eternidad el que nos confunde como ilusión óptica. Donde se dice "te amaré para siempre" significa que el instante se desea eterno.
- Tarde nos dimos cuenta que el juramento es un vano resquicio del pensamiento; artilugio del ilusionista. La chistera es la broma, y de esta aparece la sonrisa.
- Tarde nos dimos cuenta que el ramo de rosas era el cadáver exquisito de la naturaleza muerta.
- Que una golondrina sí hace verano. Porque la realidad está en el pensamiento. Como tú y yo. En ese complejo nosotros, ilusión simple.
- Tarde nos dimos cuenta que escatimamos camino, robustecimos prudencia. Que el miedo es solo instinto de conservación. Que la necesidad de alimento es común a todas las especies. Que el amor nos sublima, aunque sea un engaño.
- Tarde comprendimos que los ciegos guían a los tuertos. Y estos a los que ven. Que la visión no es asunto de todos. Que la caverna es nuestra casa común. Y las sombras son el verdadero espectáculo.
- Que la verdad tarda, pero hasta arrastrándose llega. Y sin embargo la verdad se nos presenta aunque al infundio se le haya hecho homenaje y levantado monumento.
- Tarde comprendimos que la muerte es nuestro destino y a la vez la otra cara en la moneda de la existencia.
- No Dios. Es el hombre quien juega a los dados para entretenerse en el vacío y sinrazón de la existencia.
Nos dimos cuenta tarde...
Ya tarde
Nos dimos cuenta tarde...