Y sin embargo se mueve

(Para el Colectivo Tabasco Cultura, a 43 años del proyector de estrellas del Planetario Tabasco 2000)

El fin de la ciencia no es abrir una puerta a la infinita          sabiduría sino poner un límite al infinito error, que de    ser así, seguiría investido de absolutismo.

El pensar es uno de los más grandes placeres de la         raza humana.

El padre de la verdad es el tiempo y no la autoridad.

Galileo Galilei

La ciencia son dos espejos que amplían y    empequeñecen la imagen del universo.

Ludovico

(Para el Colectivo Tabasco Cultura, a 43 años del proyector de estrellas del Planetario Tabasco 2000)


Galileo Galilei es un diálogo dramático escrito por el dramaturgo y poeta Bertold Brecht, que ejemplifica fantásticamente, cómo a través de la recreación literaria de la realidad, uno puede acercarse a los caminos de la ciencia, a las veredas de la experimentación, al sendero de la divulgación de ésta con objeto de mostrar a todos el saber, así se encuentren en el punto más lejano de la tierra; asomarse a las dos obras más representativas (Diálogos sobre los dos máximos sistemas del mundo y Dos nuevas ciencias) del científico italiano Galileo Galilei, quien tuvo que transgredir la frontera italiana, para poder divulgar éstos pares de trabajos científicos fuera de la mirada jerárquica del catolicismo. A aproximarse a la obra y vivencia íntima del que ha sido considerado por la historia, como uno de los ingenieros más grande de la humanidad, al conducirse bajo la tesis de que, toda ciencia que no tiene un rostro útil, no tiene razón de ser. Una visión posible, por supuesto, con tintes cognitivos de pragmatismo. 

Vivencia narrada, esta del libro titulado Galileo Galilei, en tan solo sesenta y ocho páginas, versión libro electrónico, con el objeto de comprender sus debilidades tan humana, como las de cualquier otro ser que se preste serlo; una contemplación certera y verdadera del rostro de la luna, la tierra y el sistema planetario que nos heredó Copérnico, y al mundo de la física. Recreación certera al meollo del conflicto entre religión y ciencia. Dos maneras antagónicas de mirar y explicar el mundo. Dos posibles verdades de una misma realidad. Así como la postura ética pragmática y situacionista de Galileo ante y frente al poder eclesiástico de aquella época medieval.

Diálogo literario que nos invita a observar, cómo un hombre de ciencia, a pesar del avasallamiento de la religión, sometiéndolo o denigrándolo, puede sobrevivir y estar siempre en las más altas cúspides de la razón para reiterar y comprobar, entre otras cosas, ni más ni menos la movilidad de la tierra cuando por siglos era inamovible. Para argumentar experimentalmente, lo que teóricamente ya había formulado Nicolás Copérnico: que la tierra nunca más era el centro del universo.

A la luz de la recreación, porque si algo caracteriza al discurso literario de otros, inclusive del científico, es crear, recrear  y dar vida emotiva a una historia basada, en este caso, en la genial y científica humanidad de un ser real como lo fue Galileo Galilei.

La recreación literaria de la vida y obra del científico e ingeniero Galileo Galilei

¿Qué es la creación, la literaria, que puede recrear la realidad?

La creación tiene su origen, y por lo tanto su manifestación, el asomo de su rostro, desde el momento en que la chispa de la imaginación nos inquieta desde el mismo acto de escribir, por ejemplo, poesía, ensayo u otro género literario como estos diálogos dramáticos de Brecht, o el acto verbal y corporal frente al otro cuando surge la necesidad de éste en ser enseñado y, el deseo de enseñar por el otro.

Acto creativo de escribir, porque hay deseo de búsqueda, porque hay deseo de escuchar nuestras voces y la de los demás, que uno no podría encontrar, y que verdaderamente uno no encuentra en el mundo que todos los días vivimos. De tal manera que exista un reconocimiento ontológico, de quién es o podría ser uno.

Para llegar a ello, es necesario inventar una o múltiples historias nunca antes escuchadas, nunca antes vividas a partir de la imaginación motivada por nuestras experiencias cotidianas. Transmutándolas, metamorfoseándolas, distorsionándolas.

Esa necesidad de encontrar nuestra voz, las voces de los otros, a través de contar historias que se generen por medio de la imaginación, de acuerdo al día a día que se vive, está hecha de palabras, de lenguaje: médium, camino, instrumento o venas que hacen el acto creativo más emotivo y vibrante. Que ciertamente lo harán más estimulante y atractivo si, además de estos elementos, se agrega la imagen, la metáfora, el ritmo, la melodía, la armonía; entre otros, y que permiten encontrar, finalmente, esas voces buscadas y no encontradas generalmente en la cotidianidad.

Voces encontradas en las historias literarias de manera momentánea, porque la exploración siempre será insatisfecha. Cada historia narrativa, poética, dramática, como Galileo Galilei, será el medio para satisfacer momentáneamente esa insatisfacción. (PRIMERA PARTE)

* "Y sin embargo se mueve", es un fragmento del ensayo que, aparece en el libro Los senderos del infinito publicado en 2015, por el Departamento editorial cultural de la UJAT.