Cien días de gobierno es muy pronto para hablar de los logros de una administración, sobre todo a nivel federal. En México implica atender las exigencias, necesidades y rezagos para más de 120 millones de habitantes; con culturas diversas, condición social distinta y dispersa en un territorio no pocas veces accidentado. Mucho son los ámbitos que hay que atender. Hay algunos, como el de los energéticos, que fue deliberadamente desmantelado en administraciones anteriores. En ese sector es mucho más complejo actuar.
Reactivación de refinerías, extracción petrolera, así como la puesta en marcha de plataformas marítimas, freno al endeudamiento, recuperación de nuestra capacidad tecnológica, combate a la corrupción. Muchos, demasiados, son los ámbitos para evitar una catástrofe; un mayor esfuerzo aún para impulsar a la región sureste donde se ubica la mayoría de los yacimientos.
El ejercicio de una política hacia la gente, puede traer consigo un conjunto de exigencias desde diferentes frentes. Sin duda una de las demandas constantes es la del empleo, y en el sureste de México, específicamente Tabasco, el panorama de la falta de trabajo generó todas las variantes existentes de ganarse la vida, muchas inmersas en la precariedad de la subsistencia; otras, lamentablemente, ubicadas en la violación de las leyes. Quienes habían hecho del petróleo una forma de vida, por mucho tiempo, vieron venirse abajo los proyectos para la familia y la consolidación de la economía doméstica. Ahí tenemos además el disparo de la inseguridad.
Después de tantos rumores del desmantelamiento de plataformas marítimas, de una nula posibilidad de licitaciones justas, y del apocalíptico escenario de una industria que se hundía en el escabroso desmembramiento para entregar al mejor postor nuestra industria petrolera, el inicio de la denominada Cuarta Transformación renovó la posibilidad prácticamente de revivir a un muerto.
A pesar de los escándalos de cuello blanco, la industria petrolera en Tabasco le apuesta a la refinería en Dos Bocas; trasladar las áreas de Pemex Gas y Petroquímica Básica; Pemex Exploración y Producción; la Secretaría de Energía y los órganos reguladores, a la región sureste. Especialmente Tabasco y Campeche. No se puede de la noche a la mañana. El peso de las malas costumbres es demasiado.
Seguramente el lunes próximo, en la conmemoración de la primera expropiación del petróleo, el presidente López Obrador hará anuncios determinantes para la industria. Lo que ocurra con el petróleo y el gas tiene estrecha relación con Tabasco; de eso no hay duda.
PRIMERA PARADA
Polémico es aún el entorno en el que se encuentran otras medidas ejercidas durante los 100 días de gobierno. Por ejemplo: el cierre de guarderías, el refugio de apoyo a mujeres, la cancelación de contratos para la construcción del aeropuerto, así como la construcción del Tren Maya que supone de algún recurso innovador como para no querer tirar ni un solo árbol, pero sí permitir que la iniciativa privada explote la actividad hotelera.
SEGUNDA PARADA
Evaluar un gobierno en los 100 primeros días, podría mirarse perversamente desde la trinchera de quienes quieren ver fracasar a López Obrador. Pero también nos debe quedar claro que no es sólo el futuro de AMLO lo que está en juego, sino la viabilidad del país y las condiciones de vida de los mexicanos. Es una nueva visión de la política y la economía, deseamos que tenga éxito por el bien de todos.
PARADA ESPECIAL
Gran interés ha puesto en el Sistema DIF Tabasco doña Dea Isabel Estrada de López en el trabajo que realizan los Centros de Desarrollo Infantil (Cendis) en la entidad. Tras visitar los locales “Marina Cortazar” y “Eva Sámano”, confirmó la decisión de apoyar con todos los recursos posibles el cuidado de las nuevas generaciones de tabasqueños.