TELERREPORTAJE ES UN ENTE COMUNICATIVO MUY VIVO. Ya cumple hoy 65 años, y siempre se renueva para seguir comunicando. Y decir esa cantidad se dice fácil, pero son muchos trayectos de vida y vivencias sin par, empezando por su fundador Don Jesús Sibilla Zurita, sus hijos y quienes como trabajadores han contribuido para ese portento de programa.
YO LLEGUÉ EN 1979 A TABASCO como maestro de primaria. Me asignaron una comunidad llamada Benito Juárez 2a, en Jalpa de Méndez (30 minutos de Villahermosa a la cabecera y otros 20 más hasta la comunidad). Un tramo a veces lo caminaba, sobre todo en tiempos de lluvia. Y al pasar por las casas, en estas se escuchaba un programa de radio. Y me di cuenta que era el mismo. Era Telereportaje. Yo no lo sabía. Pero luego me lo dijeron. "Todos escuchamos ese programa porque nos enteramos de cosas nuestras".
YA DESPUÉS CON MÁS ATENCIÓN lo fui escuchando, y me di cuenta que efectivamente, porque aparte de las noticias locales, nacionales e internacionales, se leía fundamentalmente el servicio social, en la que un paisano de una ranchería mandaba avisos, y estos eran de varios tipos, tanto como del que avisaba que iba ir tal día a visitar a un familiar, como el que alertaba que había ladrones de pollos y pavos, y pedía que si se los llevaban a vender no los compraran porque eran robados. O una vaca perdida con el fierro tal y tal. Etc.
AL FALLECIMIENTO DE SU FUNDADOR, tomó el relevo el MVZ Jesús A. Sibilla Oropesa, uno de sus hijos. Y hubo continuidad con el mismo formato. Luego tomó las riendas Emannuel, quien hizo lo propio. Cierto es que cada uno de ellos aportó innovaciones de acuerdo al avance tecnológico. Por lo que afirmo que Telereportaje sigue siendo el mismo, solo que hay relevos generacionales naturales, y el programa no puede ser ajeno a ello. La característica es la misma: servir de puente entre los tabasqueños que viven en el estado y quienes andan fuera por diversos motivos, incluyendo que radican en otros estados u otros países.
¿HAY CRÍTICAS HACIA TELEREPORTAJE? Claro que las hay. Unas mal y otras bien intencionadas. Como en todo. Sin embargo eso no ha logrado que baje el ánimo y el trabajo del programa, al contrario, creo que las han asumido como reto. Porque solamente no hay críticas para quien nada hace, o las más de las veces se critica desde la perspectiva y síndrome del que está en un pozo, y siente que los demás son muy altos, como bien lo dijera el poeta León Felipe. Y sin duda cada medio tiene su propia línea editorial. No va a tener la línea de los de enfrente.
MESES DESPUÉS DE QUE LLEGUÉ a Tabasco, o quizá en los primeros años, me invitaban a desayunar en alguna casa de familias campesinas, cuyos hijos llegaban a la escuela donde yo trabajaba. Y la escena era esta: pocos muebles, todo muy limpio y ordenado, muy sonrientes las personas. Y un radio, sea en mesa o colgado en la pared, encendido y sintonizando el programa Telereportaje. Y empezaba la plática y el desayuno. Y yo notaba que la madre de familia tenía un oído en la plática y otro en el programa. "¿Lo escuchan todos los días?", pregunté. "Todos los días, profe. Y hasta el perro lo escucha". Y efectivamente, bajo o junto a la mesa, estaba echado un perro, como escuchando atento.
TABASCO ESTÁ CONFORMADO en su geografía por muchos cuerpos de agua, entre lagunas, ríos, arroyos por todas partes. Y antes del sexenio de Enrique González Pedrero la comunicación se dificultaba aún más. Pocos puentes, algunos de tubos. No pocos niños cruzaban arroyos para llegar a la escuela caminando por una "barandilla". Otros se trasladaban en lanchas. Y otros más en los carritos que se ruedan en las vías del tren. Precisamente por eso era necesario un programa de radio que tuviera como misión comunicar a todos los paisanos con la característica esencial del servicio social.
Y AHORA ANTE TANTOS MEDIOS de comunicación y la proliferación de información en el internet y las redes, se hacen necesarios igualmente los programas tipo Telereportaje. Porque no es que se diga, sino el qué y el cómo se dice, y lo que se comunica. Ante todo hacer llegar el aviso y la información lo más profesional posible. Todas las mañanas los tabasqueños de dentro y de fuera del estado esperan el programa. Y con él, acompañados, caminan, viajan en auto rumbo a su trabajo o se beben su pozol en la milpa o el madreado.
RECUERDO LAS TRANSMISIONES de Telereportaje cuando la erupción del volcán Chichonal, en 1982. Todo oscuro, sin poder amanecer ante la ceniza, y nosotros sin saber qué pasaba, los gallos cantando desesperados porque no se iba la oscuridad, las personas corriendo a la iglesia o templo pensando que era el fin del mundo. Y fue con Telereportaje que nos enteramos de la causa de ese fenómeno natural: erupción de volcán. Y recuerdo cuando la toma de la estación en enero de 1995. Y cuando las tantas inundaciones, ha sido necesario el mensaje de protección Civil con las recomendaciones, y los llamados de auxilio de las familias inundadas que estaban morando sobre el techo, con el riesgo de morir ahogadas.
BIENAVENTURADOS LOS 65 AÑOS de aniversario de Telereportaje. Larga vida al programa, y a los Sibilla, salud y alegría.