concluyó el lunes por la tarde, confirmó lo que el conteo rápido del domingo por la noche había adelantado: el triunfo contundente de Javier May Rodríguez.
El PREPET ratificó que el candidato de Morena, PT y PVEM obtuvo el 80 por ciento de los votos emitidos en las urnas, lo que lo convierte en virtual gobernador electo. El cómputo distrital, que inicia este día, habrá de validar estas cifras.
Si el cómputo termina a más tardar el próximo sábado, Javier May deberá recibir al día siguiente su constancia de mayoría que lo acredita oficialmente como gobernador electo. El pueblo decidió, en libertad y sin presiones, darle continuidad a la transformación en el próximo sexenio...a pesar de los obstáculos para votar.
El resultado que arrojó la jornada electoral, refleja que no hubo competencia ni antes ni durante la jornada electoral. Las encuestas lo advirtieron con meses de anticipación y las urnas lo confirmaron.
En ese sentido sí fue una competencia desigual de principio a fin, como se quejan los perdedores, pero no porque haya habido fraude, compra o coacción del voto, como ellos alegan, sino porque no fueron competitivos ni propositivos ante el electorado.
Javier May sí se tomó en serio la contienda, tanto que recorrió cuatro veces el territorio estatal. Parecía que él era el candidato opositor, el que iba muy abajo en las encuestas. En cambio sus adversarios no hicieron su tarea con esa misma dinámica y determinación.
Juan Manuel Fócil y Lorena Beaurregard dicen que van a impugnar la elección porque hubo "serias irregularidades". Lo que se ve no se juzga, y lo que vimos el domingo pasado fue una asistencia copiosa a las casillas.
Viendo las cifras, parece un despropósito impugnar el resultado ante una ventaja brutal, inalcanzable. Estamos hablando de una diferencia de 777 mil 431 votos con respecto del segundo lugar, que ocupó el candidato del PRD. Tienen derecho al pataleo.