El titular del Órgano Superior de Fiscalización (OSFE), Alejandro Álvarez González, está por concluir su gestión al frente de esa entidad del Congreso del Estado. Su periodo termina el 31 de diciembre próximo. Desde hace un mes sabe que no tendrá la posibilidad de repetir en el cargo.
Y no repetirá por una sencilla razón: no le tienen confianza, su labor dejó mucho que desear. A pesar de las denuncias públicas sobre presuntos actos de corrupción de servidores públicos de todos los niveles, jamás hubo una investigación que confirmara o desmintiera tales acusaciones.
En redes sociales hubo serios señalamientos en contra de integrantes del gobierno anterior y de exalcaldes y sobre las cuales no hubo, de parte del OSFE, un seguimiento o una investigación al respecto.
Ya no digamos la revisión de las cuentas públicas. En los informes de resultados, que año con año entrega a la Cámara de Diputados, sólo se incluye asuntos menores susceptibles de ser aclarados, que apantallan por el monto de lo observado cuando en realidad se refieren a una parte del mismo.
No hay una eficaz rendición de cuentas ni transparencia en el gasto que ejercen los tres poderes, ayuntamientos y órganos autónomos. El OSFE, en esta materia, ha quedado mucho a deber.
No fiscaliza con todo rigor el gasto público, sino por lo general maquilla las cuentas públicas porque, es un secreto a voces, se pacta en lo oscurito los arreglos a los estados financieros que son revisados. Hay muchos asuntos que no se aclaran ni se profundizan y que del escándalo mediático no pasan.
Uno de los grandes pecados del fiscal superior saliente, es que no vio nada o no quiso ver lo que pasaba con los fondos del fideicomiso del ISSET, ese robo a despoblado que se cometió con los recursos aportados por los trabajadores al servicio del estado para su jubilación y pensión.
Una Comisión de la Verdad, propuesta por el gobernador Javier May Rodríguez, se encargará de hacer el trabajo que por omisión el OSFE no llevó a cabo: saber qué destino tuvieron o en manos de quién o quiénes fueron a parar los miles de millones de pesos que tenía ese fondo.
No es un asunto menor, sino un hecho grave de corrupción que debe conducir al banquillo de los acusados a los responsables de su malversación. En este caso no habrá perdón ni mucho menos impunidad, sino una sanción ejemplar.
PRD local, vencer o morir
Desde ayer el PRD es oficialmente partido político local. El IEPCT aprobó su registro como tal. Lo celebraron con bombos y platillos. Sin embargo, como dice el dicho: lo importante no es llegar sino mantenerse. Ese será el reto que desde ahora tiene por delante un partido que las ambiciones personales y los apetitos de poder desdibujaron y diluyeron su identidad ideológica.
Su mira debe estar puesta en el 2027. Su prueba de fuego serán las elecciones intermedias de ese año. Sus tres últimas participaciones en procesos electorales (2018,2021 y 2024) han sido catastróficas. Sólo ganaron dos alcaldías: Jonuta en 2018 y Paraíso en 2021.
Aunque se mantiene como la segunda fuerza electoral, su votación ha ido de más a menos. Los votos que ha perdido, los han ganado otras fuerzas políticas como el PVEM y Movimiento Ciudadano, que están muy cerca de desbancar al sol azteca de esa posición.
No les resultará fácil reorganizar sus estructuras partidistas por los constantes desprendimientos de militantes y cuadros que han sufrido desde que se conoció de la pérdida del registro nacional. No despierta interés ciudadano y la militancia que se mantiene ve con incertidumbre el futuro, presa del desánimo por la inacción de sus dirigentes.
Perdió el atractivo electoral que alguna vez tuvo, sobre todo cuando AMLO militaba en ese partido, así como muchos cuadros y liderazgos valiosos que hoy le dan presencia y prestancia a Morena.
Muchos meses antes de las elecciones se sabía que el dos de junio sería una debacle electoral para el PRD. Las encuestas lo pronosticaban, pero sus dirigentes, se creyeron sus propias fantasías que tejieron alrededor de la contienda por la gubernatura, que cuando despertaron de su letargo, entraron en shock por lo aplastante de su derrota.
El 2027 será vencer o morir. Tienen tres años para prepararse o simplemente para languidecer. Los perredistas tienen la última palabra.
EPISTOLARIO
La Asociación Tabasqueña de Periodistas (ATP) en el marco de su 68 aniversario, rindió tribuno póstumo al ingeniero José Alfonso Valdivia Martínez, por su reciente y lamentable fallecimiento. El presidente de esa agrupación, Luis Antonio Vidal, dijo que la ATP no sería lo que es actualmente sin el apoyo del ingeniero Valdivia, como cariñosamente le decían sus amigos. Era, dijo, socio honorario de la ATP y sobre todo, "un gran amigo de verdad, como pocos"... Como parte de la celebración de Día de Muertos, el ayuntamiento de Centro colocó flores de cempasúchil en varios puntos de la ciudad. Ya veremos qué tan respetuosa es la ciudadanía de este "proyecto de embellecimiento cultural" de la capital tabasqueña con una de las tradiciones más arraigadas en nuestra cultura mexicana. Por lo pronto, la alcaldesa ya le pidió no llevarse las flores de los sitios donde fueron colocadas.