Al día siguiente de mi suicidio, me enamoré de mi madre cuando la vi llorar en el suelo de mi habitación, abrazando mi camiseta con mis fotos esparcidas a su alrededor. Vi tanto ¡Amor en sus ojos! Sentí cuánto me amaba mi padre, sin importar lo duro que fuera. En medio de tanta tristeza, me habló con los ojos llenos de lágrimas ¡lo orgulloso que estaba de mí y lo sensible que yo era con los demás!
El día después de mi suicidio, vi que Lolla (mi gatito mascota) era más increíble de lo que podía haber imaginado. Cada vez que alguien llegaba a casa, ella corría hacia la puerta esperándome y, al ver que no era yo, se acostaba frente a la puerta y seguía esperándome. El día después de mi suicidio me encantó por mis hermanos cuando los vi sentados en la habitación con los ojos llenos de lágrimas recordaron los tiempos en que jugamos en nuestra hermosa infancia…
¡Qué buenos momentos! Sentí cuánto me amaba mi mejor amiga. ¡Ella estaba mirando nuestras fotos juntas y recordando todos los momentos! Sentí que era importante para mis maestros. Se culpaban tanto por no haberse dado cuenta…
Por la noche, fui a la morgue a buscar mi cuerpo. Me molestó. Me miré y dije: “Tantos sueños que tuvimos”, “tantos amores”, “tanta gente por conocer”, “tenías gente que te quería y, sin embargo, lo vomitaste todo”, “tienes que tener mucho coraje para quitarte la vida, ¿por qué no usaste ese coraje para ganar? ”
Gracias a Dios, eso fue solo una visión. ¡Puedes leer esto! Todavía estás aquí y puedes cambiar tu vida para siempre. No es tan malo como parece. ¡Hay gente que te quiere, que te quiere cerca! Dale una oportunidad más a la vida y a las personas que están a tu lado. Hay una cura para el dolor, ábrete a alguien. Has superado tantas cosas, ¡prueba una más! Wender Oliveira
El 2021 fué el año en que se registra el mayor número de suicidios en la historia de México con 8,447 muertes, 551 más que en 2020 y los adolescentes y adultos jóvenes nuevamente son los más afectados. Esta historia se ha repetido desde 2016, incluso antes de la pandemia, lo que indica que esta tendencia parece independiente del fenómeno epidemiológico del COVID-19.
Yucatán vuelve a ser el primer lugar en suicidios, seguido por Aguascalientes y Campeche. Tabasco ocupa el lugar 25. (INEGI). Algo está pasando. No se ha logrado reducír la incidencia de este fenómeno en nuestro país y por el contrario, debe haber factores perpetuadores del mismo. Es imprescindible desarrollar estrategias sociales y de salud para reducír la cantidad de vidas que se pierden por un fenómeno, según lo escrito, prevenible.
Mayor disfusión a la salud mental y a la prevención del suicidio por encima de publicidad con otro tipo de objetivos, podría ser eficaz. Un canal abierto y permanente de divulgación cientifica sobre suicidio que esté al alcance de la población en radio, televisión y redes sociales, daría opciones a todos aquellos que necesitan escuchar alternativas y soluciones antes de tomar una última decisión.
(*Psiquiatra/Paidopsiquiatra).