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Trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una condición de salud mental caracterizada por preocupación y ansiedad persistentes y excesivas sobre varios aspectos de la vida, como el trabajo, la salud o las relaciones interpersonales. A diferencia del estrés ocasional, el TAG es crónico y las personas que lo padecen encuentran difícil controlar su preocupación, incluso cuando reconocen que es más intensa de lo que la situación amerita.

Los síntomas del TAG pueden incluir inquietud, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y problemas para dormir. Estos síntomas pueden ser lo suficientemente graves como para interferir en las actividades diarias y causar un deterioro significativo. El TAG afecta aproximadamente al 4% de la población en algún momento de sus vidas, y es más común en mujeres que en hombres.

Las causas del TAG son multifacéticas e incluyen factores biológicos, genéticos y ambientales. El cerebro de las personas con TAG puede presentar diferencias en las áreas que regulan el estrés y la ansiedad. Además, la historia familiar de ansiedad y experiencias de vida estresantes o traumáticas pueden aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno.

El diagnóstico del TAG se realiza a través de una evaluación clínica por un profesional de la salud mental. Se utiliza el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) para identificar los criterios específicos que deben cumplirse, incluyendo la presencia de ansiedad y preocupación la mayoría de los días durante al menos seis meses sobre una serie de eventos o actividades.

El tratamiento del TAG suele ser una combinación de terapia psicológica y medicación. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las formas más efectivas de tratamiento psicológico. Ayuda a los pacientes a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento negativos, y a desarrollar estrategias para manejar la ansiedad. Además, técnicas de relajación y manejo del estrés, como la meditación y la respiración profunda, pueden ser beneficiosas.

En cuanto a la medicación, los antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), son comúnmente prescritos. Estos medicamentos pueden ayudar a regular los neurotransmisores en el cerebro que están involucrados en la ansiedad. En algunos casos, se pueden recetar benzodiazepinas para alivio a corto plazo de los síntomas severos de ansiedad, pero generalmente se evitan para uso a largo plazo debido al riesgo de dependencia.

El manejo del TAG es un proceso continuo que puede incluir cambios en el estilo de vida, como la práctica regular de ejercicio, una dieta equilibrada y la mejora de las rutinas de sueño. Aunque el TAG es una condición crónica, con tratamiento adecuado, muchas personas pueden curarse y controlar sus síntomas y llevar vidas plenas y productivas.

(Psiquiatra/Paidopsiquiatra)