Son miles de familias las que subsisten día con día, gracias al trabajo de los conductores de las unidades de transporte que en Tabasco conocemos como ‘pochimóvil’. Su actividad cotidiana consiste en proveer transporte a un costo accesible, caracterizado por la rapidez y adaptabilidad de un servicio que ha permanecido por décadas entre las preferencias de la población.
Es incuestionable que las unidades deben modernizarse, esto, debido a las características propias de los caminos que paulatinamente se han modernizado y requieren nuevas condiciones de transporte. Al respecto, la Secretaría de Movilidad de Tabasco, requirió la renovación de éstas unidades con fecha límite al 31 de diciembre de 2022, con la intención de sustituir unidades obsoletas.
La población se ha enfrentado a los momentos más difíciles de este siglo con la pandemia que poco a poco, vamos superando. Sin embargo, la realidad comienza a imponerse y los concesionarios no cuentan con las condiciones necesarias para lograr un cambio tan radical durante el último tercio del año.
Invito a título personal a las autoridades competentes, para que de manera impostergable reflexionen acerca del impacto de sus propuestas, en virtud de que la modernización de nuestro bello estado jamás se ha sometido a juicio. Sin embargo, debe llevarse a cabo con transparencia y en correspondencia con la estructura de vías tabasqueña, no sin antes evaluar el impacto que conlleva la aplicación de estas medidas.
Elaborar iniciativas de esta índole desde la empatía y con perspectiva social, permitirá gestar las mejores condiciones para todas y todos quienes nos beneficiamos del servicio día con día. Negar la posibilidad de una transición escalonada, orillará al desempleo a cientos de conductores que no cuentan con el recurso de forma inmediata, y nos conducirá al colapso de la movilidad como la conocemos hasta ahora.
Mi agenda es la del Ciudadano. Te invito a compartirme tus necesidades y las de tu comunidad al correo maritzamallelyd1@gmail.com o directo en mi página de FB: Casa Amiga Dip. (La autora es diputada local del PRI)