Las votaciones del 2021 concurrentes de los 32 estados, incluidas 15 gubernaturas, con la federal de diputados, tendrá por únicos adversarios en competencia a Morena, los de la cuarta transformación y a Acción Nacional, los conservadores, cada uno con sus coaligados -desde luego, pactadas la correspondiente cuota-, pero para los segundos podría menguarle sus proyecciones al emerger México Libre.
No son pocos los inconformes de ente los 265 mil 609 militantes activos -consignados en su sitio web, con corte del 20 de marzo- al interior de Acción Nacional respecto del devastador resultado que obtuvo en la elección presidencial del uno de julio de 2018 y la gestión de Marko Cortés; discrepancia incluso en el ámbito de la cúpula que podrían derivar en ciertas deserciones sensibles, incluidos liderazgo.
Nadie discute el coeficiente intelectual así como natural condición para polemizar por parte de Ricardo Anaya, pero de ahí a pretender hacerse de la candidatura presidencial de 2018 -como sucedió, e implicó la salida de Margarita Zavala- las condiciones resultaron ser otras, una ambición de las corrientes que le impulsaron que no tuvo el saldo esperado frente a “ya saben quién”, en campaña desde 2005.
Además hubo una insensibilidad en la estrategia institucional propia y de todo el sistema de partidos afines al neoliberalismo que con sus yerros en las políticas públicas -y torpedeo contrapuesto por obstruirse- le abrieron todo el camino al adversario común, quien capitalizó el “mal humor” de una voluntad popular que e el cansancio del hartazgo les dio la espalda al optar en la alternancia por un movimiento.
Acción Nacional, deberían reconocerse en una genuina autocrítica, no puede presumir de ser un partido con presencia territorial, cercano a la militancia ni a las colectividades, siendo elitista.
Fundado el 16 de septiembre de 1939, hace ya 80 años, de origen surgieron como oposición al corporativismo clientelar conservador del entonces Partido de la Revolución Mexicana, pero en la ideología no supieron trascender en zonas del país como el sureste donde a excepción de Yucatán no hay mayor contacto con la voluntad popular, son más testimoniales.
El ex presidente de México, ante la eventualidad de que en junio próximo el Instituto Nacional Electoral en sesión de consejo general le otorgue el registro como partido político a México Libre estará en condiciones de sumar a su militancia a aquellos inconformes migrados por lo que compete al panismo, y también de Morena.
Habiendo tenido al frente el liderazgo partidista y de una administración pública de gobierno federal, Calderón Hinojosa conoce a la perfección los juegos del poder; su propósito va más allá de conservar el registro, en la idea de instrumentar toda una estructura territorial de base con identidad por ventaja, en razón que está obligado por ley a competir por esta primera ocasión en solitario.
Aspira a apostar fuerte con perfiles de arrastre para ganar elecciones; entre legislativas, municipales y -por qué no- hasta uno que otro estado de entre los 15 que renuevan gobierno local.
Los de Acción Nacional conocen muy bien su perfil biográfico –hijo del cofundador Luis Calderón-, cualidades que le distinguen al haber sido líder juvenil, presidente partidista, consejero nacional y hasta ganar una polémica elección presidencial, desde donde tuvo todos los hilos del poder en sus manos.
Están conscientes que como adversario les impactará sus prospectivas en las elecciones del seis de junio de 2021, sobretodo en las regiones, centro norte, bajío, occidente y pacífico mexicano donde tienen sus fortalezas.
Símil a las estadísticas que con cierta periodicidad tienen de sus fortalezas y debilidades, el compañero Jorge Núñez Martín quien publica “Carta Abierta” en Diario Rumbo Nuevo de Villahermosa, Tabasco, tuvo la inquietud de hacer un sondeo entre sus seguidores de twiter la intención del voto si fuesen en ese momento las elecciones, incluyendo a Morena, PAN, PRI, PRD y a México Libre.
Durante las 24 horas que estuvo abierta la consulta -ente el nueve y 10 de marzo anterior- hubo 3 mil 750 votos. En los extremos México libre tuvo un 68.5 por ciento mientras Morena 5.8 puntos porcentuales; mientras que PAN y PRD coaligados 17.4 y el PRI 8.1 por ciento.
En el análisis a detalles de una retroalimentación, la generalidad de los seguidores de la cuenta de Jorge Núñez son nacionales, por tanto de nivel medio y alto, cuando menos profesionales, acceso a internet. Pero en los de niveles socioeconómicos medio-bajo las afinidades varían y mucho.
Desde luego que no fue casualidad sino causalidad que los de Acción Nacional buscasen limar asperezas con los Calderón Gómez del Campo, con seguridad a través de Mariana Gómez del Campo, Secretaria de Asuntos Internacionales, prima de Margarita, en el afán de sumar estrategias para enfrentar en común a Morena.
Felipe, Margarita, María Luisa, Juan Ignacio, hermanos, cuñados y demás, saben del horizonte de oportunidades que tienen de prometedores resultados en esfera de la inversión de opiniones en pro y contra, a partir de que el presidente Andrés Manuel López Obrador logra echar andar el “elefante reumático”, heredado por los neoliberales.
Añadido a los efectos negativos de Coronavirus no sólo a la salud y la cadena de valor de una economía venida a menos, con el petróleo en el suelo, el dólar a la alza y evidente decrecimiento. Sin querer queriendo, una perfecta teoría de la conspiración.
Bitácora
En el tema político electoral las matemáticas nada más no aplican como ciencia exacta, excepción a la regla.
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