La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 6 de abril de cada año como el Día Mundial de la Actividad Física, con el fin de concientizar a la población sobre su importancia y los beneficios que representa para la salud. Se define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que contribuye a disminuir el riesgo de hipertensión, cardiopatía, diabetes y cáncer de mama, entre otras enfermedades. Entre las actividades físicas más comunes están el caminar, trotar, andar en bicicleta, pedalear, practicar deportes, participar en actividades recreativas y juegos; todas ellas se pueden realizar con cualquier nivel de capacidad y para disfrute de todos.
El ejercicio físico mejora la función mental, la autonomía, la memoria, la rapidez, la imagen corporal y la sensación de bienestar; se produce una personalidad caracterizada por el optimismo, la euforia y la flexibilidad mental. Practicar ejercicio durante un periodo de tiempo prolongado aumenta la resistencia del corazón, mejora la oxigenación y permite mantener los músculos y articulaciones tonificados. Desafortunadamente, la población en México que realiza ejercicio o practica un deporte ha disminuido en la última década, revelado recientemente por el INEGI al presentar el Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio 2023.
Poco menos del 40% de la población de 18 años y más se mantiene activa físicamente. Es decir, en su tiempo libre realizan ejercicio o practican algún deporte. No obstante, en los últimos 10 años nuestra población activa físicamente ha disminuido, en una razón cercana al 7% comparado con 2014 cuando se acercaba a la mitad de todos los jóvenes y adultos del país. Según esta encuesta nacional, con datos de más de 32 mil mexicanos, solo 1 de cada 4 realizó actividad física con suficiencia para obtener beneficios en su salud, mientras que 1 de cada 7 no lo logró. Se define como nivel suficiente la práctica físico-deportiva por al menos 3 días por semana y acumulando un mínimo de 75 minutos con intensidad fuerte o 150 con moderación. Pero el resto de nosotros, más de 6 de cada 10 mexicanos, estamos inactivos físicamente!
Ahora, también de aquí se revela una brecha de género; cerca de la mitad de los hombres se considera físicamente activos, mientras que apenas una tercera parte de las mujeres se identifica como tal. Sin duda que las asimetrías en las tareas domésticas, el cuidado de los hijos y los ingresos; así como la inseguridad, la educación, la ignorancia y la economía de su entorno, y de quienes las acompañan y rodean, las limitan aún más para activarse físicamente y beneficiarse en su salud física, mental y en su autoestima.
Por otro lado, 6 de cada 10 personas físicamente activas asistieron a espacios públicos como parques, calles, campos y plazas para activarse. Una merma del 6% respecto a 2022. El 30% opta por instalaciones privadas, su lugar de trabajo o de estudio; opción que viene creciendo de manera significativa, debido a la inseguridad innegable, y al deterioro y abandono evidente de inmuebles, equipamiento y espacios públicos. Pero el sedentarismo y la inactividad física son cada vez más comunes en nuestras vidas, y con la mala alimentación cada vez más arraigada podríamos sumarnos pronto al enorme grupo de enfermos crónicos. Hoy día, la falta de tiempo y el cansancio son las razones principales para no hacer o abandonar el ejercicio. Casi la mitad de la población que realizaba actividad física en 2023 claudicó por la falta de tiempo y 1 de cada 4 por cansancio del trabajo.
La OMS advierte que las personas inactivas tienen hasta 30% más de riesgo de muerte que quienes practican deporte o realizan actividad física frecuente. Activarse físicamente trae grandes beneficios para el corazón, el cuerpo y la mente; reduce la depresión y la ansiedad, mejora el razonamiento, el aprendizaje y el juicio. Si no hallamos tiempo para ejercitarnos, más temprano que tarde, la enfermedad y la muerte nos encontrará.
( drulin@datametrika.com/ Investigador Titular, UJAT/ Director General, Datametrika Co.)