Los Legisladores y el Gobierno de la Federal en el afán por emitir un caprichoso Decreto de Reforma Electoral encaminarían al país a una anarquía en la proximidad del 2 de junio de 2024, para renovar por voluntad popular los Poderes de la Unión, la Presidencia, Senadurías y Diputaciones. Además de impertinente habida cuenta que la actual Reforma que data de 2014 ha mostrado los argumentos de un Sistema Nacional de Elecciones que armoniza con el entramado de la Democracia.
No es momento para forzar con calzador en lo inmediato una estructura radical al Sistema Electoral, Administrativo y Jurisdiccional, cuando en consenso debió darse en la anterior de la Legislatura comprendida entre septiembre de 2018 y agosto 2021, con la consideración de haberse tenido 131 Iniciativas con Proyectos de Decretos presentadas en su primer año, sumado el Parlamento Abierto que no se concretaron en una Minuta.
Equivale a disparase un plomazo derruir 45 años cincelando el actual andamiaje en proceso de evolución, desde la Reforma Política Electoral de 1977 con la vocación democrática del entonces Secretario de Gobernación Jesús Reyes Heroles.
En el discurrir del tiempo desde 1996 el Árbitro posee autonomía en su función pública desde José Woldemberg como Presidente del Consejo General del entonces IFE, ahora INE que en su caso reglamenta además los 32 órganos locales, cuando antes fueron un botín de cuotas y cuates de obediencia ciega.
El Árbitro Electoral integrado desde abril de 2014 si por algo se le distingue ha sido por organizar Elecciones en las que se respeta el voto de la voluntad popular que le favorecieron al Régimen de la Cuarta Transformación, incluidas las 20 gubernaturas en 4 años, y los de sus adversarios.
El Instituto Federal Electoral, transitado al carácter Nacional, se constituyó en octubre de 1990 sobre el andamiaje de la desconfianza, dando lugar a la incorporación de múltiples mecanismos de blindaje que incluye a la Credencial de Elector para Votar, las urnas transparentes, boletas con candados de seguridad impresas en papel seguridad y el financiamiento público, que ahora se reclama que es demasiado caro sostenerlo.
De origen debieron implementase las Urnas Electrónicas como mecanismo que habrían abaratado esto que en el engaño se dice que es el más oneroso incluso del mundo, sin exponer argumentos convincentes.
Representa un peligro total imponer una radical Reforma Política Electoral que la Cuarta Transformación está pujando en la coyuntura de unas Macro Elecciones que además de la Presidencia y Congresistas de la Unión también se votará en los 32 estados por alcaldías y/o diputaciones, así como 9 gubernaturas.
Aún más, con base en el artículo 105 de la Constitución Federal, al 2 de junio de 2023 quedarán 8 meses para concretar cualquier Reforma, sin que desaparezcan los Organismos Públicos Locales que cumplen una función propia en su ámbito estatal.
Procede elevar eso sí el umbral de votación mínima a 5 por ciento para que los partidos puedan sostener su registro, contribuyendo a la calidad de la democracia en este aspecto, sumado a la obligatoriedad de formar cuadros profesionales, además de equilibrar la competencia para candidaturas y que emerjan de la sociedad civil, cerrando el paso a los tránsfugas con algún antecedente de militancia partidista.
Un punto trascendental deberá ser también definir si se deja abierto el placeo de aspirantes o bien se mantienen los períodos de precampaña y campaña que en la mezquindad se establece a partir del inicio del Proceso Electoral como ocurrirá en septiembre de 2023 en el caso del INE.
Bitácora
La Universidad Olmeca celebra este 19 de septiembre 31 años desde su fundación en 1991, egresando de su Raíz de Sabiduría más de 6 mil 500 recursos humanos profesionales, quienes de las muy diversas disciplinas de injerencia contribuyen al desarrollo de Tabasco, México y en el mundo. Un orgullo de sus 30 integrantes Consejo de Fundadores que aportaron para erigir una Institución de Estudios Superiores, sin lucro económico y sí el beneficio para la sociedad.
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