El presidente Andrés Manuel López Obrador ha hecho, desde hace algún tiempo, el llamado a "votar parejo" en los próximos comicios a fin de lograr esa mayoría que en la segunda mitad de su mandato (proceso electoral 2021) se perdió y que le impidió concretar diversas Reformas Constitucionales, pero que las mantiene en el tintero.
En el 2024, los distritos que debe recuperar Morena se encuentran focalizados en la Ciudad de México, Querétaro, Guanajuato, Estado de México, Nuevo León y Jalisco principalmente, entidades donde hace 3 años una buena parte de los ciudadanos no ratificó el proyecto político de AMLO.
Se le ha bautizado como el "Plan C" del obradorismo. Es el encargo que tiene Claudia Sheinbaum para consolidar el proyecto político en cuestión; por ello cobra capital importancia que los candidatos a los gobiernos de los estados que estarán en contienda concurrente (Ciudad de México, Jalisco, Morelia, Guanajuato, Puebla, Tabasco, Yucatán, Chiapas y Veracruz), tengan a su lado a los candidatos a Senadores y Diputados federales mejor posicionados ante el electorado.
Para el Senado estarán en juego 128 escaños y para la cámara de Diputados 500 espacios. La mayoría calificada en la Cámara de diputados es de 334 legisladores reto a alcanzar por Morena y los partidos afines para su proyecto de nación.
Claudia Sheinbaum tiene hasta ahora, según algunas encuestadoras nacionales, la preferencia del electorado en la mayoría de los 300 distritos electorales; el Frente Amplio opositor (Frente Cívico Nacional) no ha logrado afectar esta proyección de votos; por ello, la primordial tarea de la nueva dirigencia es consolidar la unidad al interior de Morena, porque el "fuego amigo" podría ser más peligroso que el adversario a vencer.
Un acierto es que Claudia Sheinbaum haya Incorporado a Adán Augusto López Hernández y Ricardo Monreal como operadores político y territorial de su campaña respectivamente, habla de la operación cicatriz y por ende envía el mensaje de unidad a los seguidores de Morena. También reviste importancia el nombramiento de Gerardo Fernández Noroña como vocero, porque con su perfil garantiza ofrecer las respuestas que sin duda se necesitarán para la adversaria Xóchitl Gálvez que se mantiene contestataria y estridente.
El frente opositor (PAN, PRI, PRD) tiene muy claro su objetivo: impedir que Morena logre mayoría calificada, tarea que hará Xóchitl Gálvez, quien busca posicionarse con características populares con tinte de izquierda, aunque su perfil político sea de corte centro derecha. Es la versión femenina de Vicente Fox. Mal hablada, ocurrente, con actitud más contestataria que de propuestas. Cambió las tepocatas y víboras prietas por un lenguaje más florido y vulgar, expresiones que se han convertido en su léxico diario, y con el que se identifica una franja de la población.
La representante del Frente Amplio busca posicionamiento a marchas forzadas, recurriendo a una historia de vida novelada de niña pobre que triunfa, aunque dicha versión dista mucho con la condición económica que tiene. O la fábula de que una mariposa de colores se posó en su mano, señal que le indicó que debía buscar la presidencia de la República. También usa el recurso de victimizarse por todo, cuando hay temas que realmente sí requieren de una explicación y no del chiste ramplón.
Los partidos políticos coaligados y que representará Xóchitl Gálvez se juegan su registro; del número de votos que obtenga determina su futuro. Por ello es que más que la Presidencia de la República y gubernaturas, las baterías están enfocadas en los escaños que alcance en el Congreso de la Unión. Aún hay mucho por observar.