Apuntes sobre el fin del mundo (II)

ALGÚN AMIGO y a veces un primo de un amigo me busca para contarme que se le acaba el mundo

ALGÚN AMIGO

y a veces un primo de un amigo me busca para contarme que se le acaba el mundo porque andan en esas situaciones donde los cortó la novia, y me dicen que no pueden dormir, que sin ella no pueden vivir. Y miro sus ojos de llanto, o con el brillo del que quiere llorar. Y puedo con derroche imaginarme lo que están sintiendo. Trato de calmarlo con palabras que les puedan ayudar mientras les acompaño con una cerveza. Y con dos. Música de Cornelio: "me caí de la nube en que andaba, como a veinte mil metros de altura...". Y me repiten lo mismo en un lapso como de cuatro horas, mientras continúa música de cantina estando  "in situ" o en otro lugar. Luego a los tres meses nos volvemos a encontrar y nos reímos a carcajada suelta recordando esa plática.

YO HE SIDO MUY AFORTUNADO

en todos los menesteres de mi vida. No ha estado exenta por supuesto de descalabros figurados y literales. De todo tipo, como eso de no cobrar en el primer año de mi trabajo de maestro. Al grado de pedir durante ese año en un crucero de Villahermosa con un letrero: "soy maestro y la federación tarda un año por pagar, y no tengo para pasajes, material didáctico y comida". Algunos creían que era broma del tipo de un experimento social y me ignoraban y otros sí me apoyaban. Mi corazón ha sido roto o algo parecido quizá unas cien veces (sí es broma). Pero nunca de los nunca por mi mente ha pasado esa expresión de que se me está acabando el mundo. Al contrario, me río a carcajada suelta. Busco poemas de pomada. Y al día siguiente me levanto y digo: a otra cosa mariposa.

Y HAY QUIENES LLEGARON

-así lo consideraron- a un punto límite en su vida, que tomaron la decisión de suicidarse, aquejados quizá por diversas enfermedades o desilusionados de la vida, sintieron ellos que se les acababa el mundo con su situación particular. Y toman esa decisión. De dolor para sus familiares. Tengo dos amigos poetas cercanos que así se fueron. Me dolió mucho. Y me pregunto, nunca lo sabré, cómo pensaban en ese momento de tomar la cuerda y colgarse o la pistola y dispararse, o meterse en el mar y caminar hacia adentro. Perdón por el tema. Le cantó Ariel Ramírez a Alfonsina Stormi: "Sabe Dios qué angustia te acompañó/ qué dolores viejos calló tu voz/ para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas/ la canción que canta en el fondo oscuro del mar/ la caracola.../

ALEXA. ¿CUÁNDO se va acabar el mundo?

Y esta responde: "No puedo predecir el futuro, pero muchos científicos afirman que la tierra se va acabar cuando el sol se transforme en un gigante rojo en varios millones de años".Mi madre no sabía leer ni escribir. Y ante esa pregunta del niño de siete años sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, me respondía: "Ay, hijo, el mundo se acaba para los que se mueren; así de sencillo". (Fin…)