En momentos en que lo que se requiere por una parte es privilegiar el diálogo y, por otra, demostrar que hay un afán verdadero por hacer las cosas de mejor manera, con pulcritud, con transparencia, hay quienes pareciera ser que insisten en incentivar turbulencias que de una u otra forma alteran el escenario político.
Dígalo si no cuando observamos que el zacatecano Ricardo Monreal, coordinador de la bancada de Morena en el senado, sale a hacer una fuerte declaración al señalar que la reforma judicial propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende "liberar" al Poder Judicial del crimen organizado.
"Yo les diría –subraya el legislador Monreal-- que, con la reforma, lo que pretendemos es liberar al Poder Judicial de la influencia del crimen y de la delincuencia organizada; es decir, desatarle las manos y las complicidades de jueces y magistrados o ministros con la delincuencia".
Y para darle mayor sustento a sus afirmaciones recalca: "Ayer mismo nos enteramos por la información de la secretaria Rosa Icela Rodríguez que habían liberado a tres presuntos delincuentes portadores y generadores de violencia y que olímpicamente les dan 24 horas para liberarlos, probables delincuentes de altos niveles de delincuencia organizada, eso es lo que la reforma pretende liberarnos de estas relaciones peligrosas e inconvenientes, además de ilegales con la delincuencia organizada".
Así de esa forma, el nivel de seriedad para afirmar sin tapujos, solamente con base a lo que la secretaria de Seguridad Ciudadana informó referente a que habían liberado tres presuntos delincuentes portadores y generadores de violencia y que "olímpicamente" les dieron 24 horas para liberarlos, tratándose de probables delincuentes de altos niveles de delincuencia organizada, afirmando el Senador Monreal, que eso es lo que la reforma pretende la liberación (o eliminación) de esas relaciones peligrosas e inconvenientes, además de ilegales con la delincuencia organizada (Proceso 21/06//2024).
Pero como suele suceder, no se dan mayores explicaciones, tampoco se aportan pruebas para conocer los pormenores del caso, esencialmente, la razón que motivó la liberación de los señalados delincuentes, y en que se basó quien haya ordenado su liberación, para así determinarlo.
Seguimos en las mismas, se habla a la manera que lo hacen los políticos con afirmaciones –a la ligera, dirán algunos—sin aportar pruebas específicas, lo que ya no es raro pues pocas poquísimas veces explican con detalles las cosas.
Mientras tanto la actuación de la autoridad judicial que ordenó la liberación ya se puso en tela de duda y lo que resaltará como nota en primera plana, es que el Poder Judicial de la Federación –que está en el ojo del huracán-- libera delincuentes, así de simple.
Hay quienes dicen que todo es parte de la estrategia para cuestionar el trabajo de los miembros del Poder Judicial de la Federación, quiénes por cierto, por estar dedicados a su labor para resolver el sinnúmero de asuntos delicados que tienen en sus manos, pocas veces tienen el tiempo y la oportunidad, o el micrófono al alcance o la televisión para dar su versión de los hechos porque de su actuación hablan sus resoluciones.
Situaciones como esas son las que sin duda están permeando en el ambiente e impactan en el intelecto de las graderías que no saben a ciencia cierta cómo es y cómo se desarrolla la actividad en los órganos jurisdiccionales (SCJN, Tribunales Colegiados y Juzgados de Distrito) y de los miembros que los integran.
Por salud pública, el Senador Monreal, al hablar de complicidades de jueces o magistrados o ministros con la delincuencia, y de relaciones peligrosas con la delincuencia organizada, debería aportar los elementos que permitan apreciar cómo es que se dan esas relaciones peligrosas e inconvenientes además de ilegales en el Poder Judicial Federal.
Digo, para poner las cosas más en claro porque de otra manera, tal parece que todo ello tiene que ver con esa simple politiquería que tanto critica el Presidente Andrés Manuel López Obrador. (altar_mayor@yahoo.com.mx)