Comenté en la anterior entrega que la elección del domingo pasado fue el segundo gran triunfo de Andrés Manuel López Obrador, esta vez compartido con Claudia Sheinbaum. Hay varias características que se deben considerar. Primero, porque pone al poder popular, un 70% de la población de menores niveles socioeconómicos, en el centro de la elección; segundo, porque confirma el acierto de AMLO al escogerla como sucesora y continuadora de un proyecto; tercero porque mostró que los partidos basados en las élites y que responden a esos intereses van a la extinción. Me ocupé del primer punto.
En el segundo tema mencionado, López Obrador ha comprobado que buscó la mejor persona disponible para continuar el Proyecto: una persona claramente universalista y no parroquial, con el enfoque que le permita evaluar todo en base a la Realidad, el método científico, con raíces mexicanas profundas en sus grupos más esforzados, y con la Justicia claramente incluida en cada toma de decisión. De esta manera, López Obrador ha concentrado su energía en buscar entre las Virtudes desplegadas por cada quien. Aquí no puede haber perfección, pero sí una abundancia de Virtudes y una escasez de Vicios, que es lo más que podemos esperar en este Mundo.
Por el otro lado, se han recurrido a las descalificativas baratas de cantina para encubrir el déficit de Virtudes y la abundancia de Vicios por parte de la oposición. El Pueblo mexicano ha rechazado en forma contundente estas calumnias, diseñadas para rebajar las Virtudes y exagerar los Vicios de la Dra. Sheinbaum; es decir, ha premiado a la Verdad por encima de la Mentira, lo auténtico por encima de lo espurio, y lo genuino en preferencia a lo simulado. No importa que la Dra. Sheinbaum sea de ascendencia judía o búlgara. Lo que importa para el Pueblo es en donde tiene su corazón: en México o en otra parte. Estos datos son definitivos para tasar la sabiduría y la madurez de nuestro pueblo. Los engaños van a ser severamente castigados. Se van a permitir errores humanos, pero no simulaciones. No estamos en otros tiempos cuando predominaba la palabra de los mentirosos únicamente porque tenían Poder, los medios la amplificaban, y cualquier cuestionamiento pudiera resultar fatal para el crítico. Ahora, lo que se afirma el Pueblo constata con la Realidad, y hay explicaciones qué dar que tienen que ser razonables.
Finalmente, la elección demuestra que existe un espacio para criticar el Proyecto, pero este espacio corresponde a una Oposición leal, que busca mejorar el Proyecto, no una desleal que desea hundirlo para regresar al sistema de prebendas mediante la captura del Poder por medios democráticos para luego ejercer desde ahí lo que hemos tipificado como el Modelo Imperial, una pirámide de emperadores con el solo requerimiento de mantener complacido al emperador verticalmente superior, dándonos un sistema personalista, verticalista y centralista, incapaz de comprender, mucho menos resolver la problemática nacional, especialmente del 70% de la población con menores ingresos. Este modelo arcaico, ya superado por las democracias modernas, no tiene posibilidades en México, ya que no podemos regresar a otra etapa histórica previa solo para complacer las ambiciones de algunos.
Es en este tenor que hay que ver los resultados de la elección referida. El Proyecto está avalado por el 60% de la población nacional, un mandato. Este resultado electoral, casi alcanza el porcentaje de aprobación de López Obrador. Esto es significativo. Se convirtió en votos 9 de cada 10 de los quienes aprueban el Proyecto. Se puede comparar con el otro super aprobado, Narendra Modi en la India, con una tasa de aprobación por encima del 70%, pero electoralmente se pudo convertir algo más de la mitad de los votos de los simpatizantes, mucho más ineficiente que en el caso de López Obrador y la Dra. Sheinbaum.
Se recordará que, como plan, el mismo Proyecto fue avalado por el 53% de la población en 2018. Ahora, viendo cómo realmente funciona, el Proyecto ha ganado adeptos. Desde luego, hay una oposición de casi el 30% al Proyecto y que votaron por la candidata Gálvez. Hay otro 10% que pudiera afiliarse al Proyecto pero que tiene sus reservas acerca de él, y que votaron por el Movimiento Ciudadano, con un proyecto similar, más "light", pero también subrayando las deficiencias del Proyecto (inseguridad, especialmente). Una parte de estos últimos dos porcentajes de población podrían integrarse al Proyecto bajo nuevos enfoques que seguramente los están considerados por la Dra. Sheinbaum.
Esta son, a mi parecer, tres características de las recientes elecciones. Hay, por supuesto, otros aspectos que podemos ver en detalle. (El autor es Doctor en Economía, especialista en planeación y finanzas, colaborador de PRESENTE)