Comentamos en este mismo espacio hace algunos meses, que 2023 se observaba con una sociedad polarizada en el terreno político, con las clases medias -sin partido- monitoreando el escenario nacional y el comportamiento entre "liberales" y "conservadores".
Teniendo desde luego el zócalo de la Ciudad de México como la caja de resonancia entre unos y otros, la concentración del pasado domingo para "apoyar al INE" no es de sorprender; como tampoco lo será la contrarréplica que la 4T hará el próximo 18 de marzo en el mismo lugar, ha convocatoria del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Son los caminos por lo que transitará tanto la Alianza Opositora, como la 4T en los próximos 16 meses.
¿Qué arroja la concentración del domingo pasado en la meca de las decisiones políticas más allá de la resolución de la SCJN sobre el Plan "B" del presidente?
Los candidatos presidenciales de uno como de otro bando, serán pues los abanderados de la polarización del país. No se observan señales que la contienda del 2024 será "civilizada" ni en el terreno del debate, ni en el de los posicionamientos.
A la distancia, se podría considerar que la elección del 2030, también entre uno y otro bando, sería la reaparición de un abanderado de la reconciliación nacional, tomando como referencia lo complicado que se está tornando el escenario, a tan solo siete meses de arrancar formalmente el proceso constitucional.
Por otra parte la lectura obligada para Morena, es que enfrente tendrá una alianza opositora organizada y dispuesta a pelear tramo a tramo los 300 distritos electorales del país. Además de los dos estados en disputa en este 2023: Coahuila y Estado de México.
La reacción de los "conservadores" contra López Obrador y la 4T también tendrán efecto en la postulación del abanderado presidencial del partido guinda. Menospreciar la manifestación de la resistencia el pasado domingo sería un error.
La 4T tendrá que hacer valer la encuesta, no con el abanderado más conocido, sino con el que menos puntos en contra tenga a la hora de abrir las encuestas a la población abierta.
Morena no puede llevar a sus espaldas una elección del tamaño que se avecina, con tan solo la popularidad del presidente.
López Obrador sabe que en pugna estarán los más de 13 millones de votos de ciudadanos sin partido que salieron a votar a su favor en la elección del 2018 y que no pertenecen a la militancia de ningún partido político. El voto del hartazgo, podría mutar pues al voto de la polarización.
La unidad interna de Morena, será además una arista que deberá pulir el partido gobernante en los próximos nueve meses, si en verdad los guindas pretender tener abanderado presidencial los primeros días de diciembre de este año.
Los daños entre grupos y corrientes internas, serían oro molido para una alianza que amenaza con sumar a Movimiento Ciudadano a una coalición total de cara al 2024.
Todo es mensaje, desde las concentraciones en el zócalo hasta las reacciones en las redes sociales de una sociedad que ya siente el 2024 cerca.
Kybalión.- En medio de la posibilidad que el Congreso Tabasqueño aplique su "Plan B" en la reforma constitucional para la reducción de diputados, ayer la fracción de "los seis magníficos" advirtieron riesgos de fracturas en Morena.
La camada del tren cerró filas a favor de Jesús Selvan García. El rompimiento que se avecina podría ser de pronósticos reservados.
Las miradas estarán puestas en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCT), cuando baje el dictamen hoy para sancionar al legislador de Morena por Jalpa de Méndez, después de una acusación de su compañera de partido por violencia de género.
¿Arderá Troya?