Hace unos días el gobernador del estado anunció que para el tres de junio se activará una bolsa de trabajo. El fin es iniciar los trabajos de la refinería de Dos Bocas, en Paraíso. Se habla por lo menos de 20 mil lugares, sobre todo para especialistas y técnicos.
Antes de que Andrés Manuel López Obrador ganara las elecciones para Presidente, todo lo que oliera a petróleo -al menos los trabajos de obreros-, eran chantajeados por algunas personas que se hacían llamar líderes, y no permitían, por ejemplo, que las unidades de Pemex o empresas que eran subcontratadas entraran a los pozos.
Por años fue un modo de vivir para estos sujetos. Incluso se llegaba a la violencia de parte de ellos, al ver que no se les daba cuota o no recibían ganancias.
Con la llegada del nuevo gobierno federal y estatal, Adán Augusto López Hernández indicó que la contratación de los trabajadores que estarán en la construcción de la refinería será de manera directa. No habrá intermediarios.
Esa era una de las razones que se tenían que prever. No dejar en manos de los seudolíderes esta parte que aparentemente es fácil, pero muy delicada.
Las autoridades deben saber que con el llamado que hicieron se colarán infinidad de personas que desde el primer día intentarán crear un sindicato.
La regla que desde ahora marca el Ejecutivo es clara. No se puede dejar en manos de Lutero el asunto. Menos alguna negociación con ellos.
El secretario de Desarrollo Energético, José Antonio de la Vega Asmitia, sostuvo que cada sindicato que desee participar deberá presentar su toma de nota, cumplir con requisitos; pero quienes tienen prácticas de extorsión y de vandalismo, de antemano deberán quedar fuera.
De la Vega Asmitia había anunciado que no descarta el crecimiento de las organizaciones sindicales, ya que no existe ningún control al respecto.
Insistió que las empresas ganadoras de licitaciones solo van a tratar con organizaciones serias que pertenezcan a la CTM o FTOT, y no con seudosindicatos que se dedican a bloquear caminos y accesos a instalaciones petroleras. Con estas acciones se entiende que habrá una limpia.
Por lo pronto se tiene la confianza de que repuntará el empleo, que coloca al estado desde hace tres años en los últimos lugares.
En realidad no se veía por dónde empezar a abrir los canales para darles empleo a las personas. Y si la refinería actúa como efecto dominó, varios serán los sectores que detonarán la economía.
Se habla de hoteles, casas en renta, restaurantes, comercios de ropa, mercados, todo puede activarse con el anuncio que dio el gobernador López Hernández.
Solo necesitamos estar preparados para esperar lo que viene, y aprovechar un nuevo boom. No se trata de confiarnos. Recuerden que este es el principio, pero igual habrá un fin.
PARÉNTESIS
¿Será cierto que hay personal operativo del Sistema de Agua y Saneamiento (SAS), que pide hasta 500 pesos a los comerciantes para no cortarles el suministro de agua, cuando se retrasan en sus pagos? El alcalde dijo que investigará. Hay prácticas que deben quedar ya rebasadas por una nueva conducta.