El Plan Nacional de Energía en materia eléctrica, que tiene como base las recientes reformas constitucionales a los artículos 25, 27 y 28 que modificaron la naturaleza jurídica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Petróleos Mexicano (PEMEX) para pasar de ser empresas productivas a empresas públicas del Estado, representa el punto de arranque rumbo a la conformación del Plan Nacional de Desarrollo en su vertiente energética y del Programa Sectorial de Energía del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Lograda la reforma constitucional, ahora el Estado Mexicano tendrá bajo su responsabilidad la planeación y el control del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) para preservar la seguridad y autosuficiencia energética del país a precios accesibles; recuperando de eso modo la CFE su naturaleza pública y social.
Sobre esta base, se llevó a cabo la presentación del Plan Nacional Eléctrico encabezado por la titular del ramo, Luz Elena González Escobar. La estrategia consta de cuatro ejes: Fortalecimiento de la planeación del sector eléctrico nacional; Justicia energética; Sistema eléctrico robusto, confiable y seguro; y Reglas claras para asegurar e incrementar la inversión privada.
El eje de Justicia energética resalta el objetivo de no incrementar los precios de las tarifas por encima de la inflación, manteniendo los subsidios para los hogares más pobres, llevando electricidad a las zonas que no cuentan con este servicio a través de la generación distribuida.
De esta manera la generación distribuida tendrá dos vertientes: apoyar hogares y familias que viven en regiones con altas temperaturas y a pequeñas empresas con hasta 0.7 Megawatt (MW) exentos de permisos. En la actualidad, de acuerdo con la Ley de la Industria Eléctrica, el tope es de 0.5 MW.
Con relación a la inversión privada se tendrá una participación del 46% en generación eléctrica, podrán adicionar generación de energía renovables hasta 9,550 MW a 2030, ciñéndose a los escenarios de la transición energética, respeto al código de red y mantener el 30% de respaldo.
Con base en una demanda para 2030 de 64,979 MW, se visualizan tres escenarios para la Transición Energética de 2025 a 2030: uno) Plan por confiabilidad con 32% de energía limpia y 68% de energía térmica; escenario con y sin cogeneración, en el primer caso con 38% de energía limpia y con 62% con energía térmica.
Dos) Plan con 36% de energía limpia y 64% de energía térmica; y tres) el escenario alto con 45% de energía limpia y 55% de energía térmica; proyectando una reducción de emisiones de 4.5% a 12.7% de emisiones de CO2.
También se prevé un Plan de Inversiones para la CFE en el periodo 2024-2030, que asciende a 23,400 millones de dólares, distribuidos de la siguiente manera: para instalar 13,024 MW se estiman 12,300 millones de dólares en generación; 7,500 millones de dólares en transmisión y 3,600 millones de dólares en distribución.
Por ello, resulta importante estar atentos a la próxima presentación del Paquete Presupuestal 2025, a fin de conocer más a fondo la estructura de inversiones en el sector eléctrico. www.manuelrodriguez.mx