El Día Mundial de Prevención del Suicidio tiene lugar cada 10 septiembre con el fin de concientizar a la población sobre este lacerante problema de salud pública; a menudo descuidado, rodeado de estigmas, mitos y tabúes. Cada caso es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a las familias y las comunidades. Anualmente, más de 700 mil personas se quitan la vida tras varios intentos. Cada 40 segundos se suicida una persona.
En el mundo, el suicidio es un problema de salud mental que afecta más a los jóvenes y adolescentes. Rusia, Uruguay, Corea del Sur y Estados Unidos, ocupan los primeros lugares, oscilando entre 30 y 40 suicidios por cada 100 mil habitantes. En las Américas, desde 2015 se nota un promedio creciente y cercano ya a las 100 mil muertes cada año; siendo las tasas de México, Estados Unidos y Canadá, las más altas. En la región, alrededor de 4 de cada 5 suicidios ocurren en hombres. Es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años.
La asfixia, armas de fuego, intoxicación con drogas y alcohol, el envenenamiento con plaguicidas y productos químicos son los métodos más utilizados, representando más del 90% de todos los suicidios. En particular, las mujeres utilizan más altas dosis de fármacos psiquiátricos o de otro tipo de medicamentos.
Según el INEGI, los suicidios en México han alcanzado niveles inéditos en la última década. En 2010 se registraron 5 mil; cifra creciente a una tasa anual de hasta 7%. Acelerado por las medidas de encierro y aislamiento por el COVID-19, en 2020 se registró una alarmante suma de casi 8 mil suicidios; 10% más que el año anterior y 60% más que el histórico. Para 2022, se acercan ya a los 8,500. Tristemente, el suicidio más frecuente se observa en niños, adolescentes y jóvenes, de 14 a 29 años. Ocurren 2 de cada 5 en jóvenes de 20 a 29 años, y 1 de cada 6 en menores de 10 a 19 años. El flagelo azota sin piedad a la población juvenil.
La mitad de los suicidios se hayan en víctimas de 10 a 30 años, aunque también el riesgo es muy alto en hombres mayores de 45 años; sobre todo en ancianos sin apoyo ni asistencia, solteros o viudos; así como en personas de la diversidad sexo genérica no heterosexual. Existe un mayor riesgo de suicidio en mujeres casadas con hijos que en las que no tienen y se observan más intentos en mujeres, aunque son más los hombres que lo consuman, debido principalmente a que utilizan métodos más letales. En el 50% de la población con intentos de suicidio las causas son: trastornos psicóticos, ataque de pánico, ruptura de pareja, muerte de un ser querido, enfermedad terminal, pérdida de estatus económico o del empleo.
Chihuahua, Yucatán y Campeche advierten las mayores tasas entre 15 y 29 años; hasta 30 suicidios por cada 100 mil jóvenes; la más bajas en Veracruz, Baja California y Guerrero, con menos de 5. Por número de casos, Estado de México, Jalisco y Chihuahua, acumulan 1 de cada 3 suicidios en todo el país. En 2022, Tabasco registró un incremento alarmante, casi el doble; pasando de 6 a 10 suicidios por mes. Cada 3 días un joven tabasqueño pierde la vida por voluntad propia. Centro, Huimanguillo, Tacotalpa, Comalcalco y Paraíso, con la mayoría de casos. En 9 de cada 10 avisaron antes, casi todos lo expresan verbalmente o cambiando su conducta.
Ahora, el entorno familiar es la clave para evitarlo; la comunicación, la seguridad y apoyo es la mejor estrategia. Los amigos también ayudan, pero es necesario conocerlos y saber de ellos para prevenir a mediano plazo. Las redes sociales, lo que realizan, reciben y comparten también merecen atención. Antes de un suicidio se presenta el síndrome presuicidal; con un poco de atención, sin morbo ni burla, se puede detectar una conducta suicida y actuar. Hoy día para nuestros jóvenes la vida resulta más difícil; hagamos de nuestras familias, escuelas, amistades y trabajos un lugar más afortunado, armónico y seguro, para que aprecien más la vida y decidan luchar por ella hasta la muerte. ( drulin@datametrika.com/ Investigador Titular, UJAT/ Director General, Datametrika Co.)