Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) representan más del 90% de las empresas en todo el mundo, generan el 65% de todos los empleos y más del 50% del PIB mundial. Es la columna vertebral de todas las economías. En regiones desarrolladas como Norteamérica y la Unión Europea, significan el 99% de todas las empresas; ya que el emprendimiento, la innovación y el desarrollo científico y tecnológico son fundamentales para lograr y mantener altos niveles de crecimiento económico, de calidad de vida y desarrollo sostenible.
En Alemania aportan el 65% de su PIB y ofrecen más del 75% de los puestos de trabajo, dando oportunidad al 80% de los nuevos aprendices, técnicos y profesionistas en su primer empleo. En números cercanos le siguen Japón y Estados Unidos. Son la base del bienestar, el progreso y la movilidad social; la clave del éxito para cualquier economía en desarrollo. Por ello, con el objetivo de concientizar su importancia e impulsar su expansión y crecimiento, la ONU proclamó al 27 de Junio como el Día de las MIPYME.
En México, la micro y pequeña empresa tiene menos de 30 trabajadores, la mayoría menos de 10; sus ventas anuales acumulan cientos de miles de pesos, algunos millones y hasta decenas de millones. Las medianas ocupan hasta 100 empleados, con negocios por decenas y algunos cientos de millones de pesos. Bajo esta categorización no uniforme, y aún sin identidad jurídica, comercial o fiscal, las MIPYMES comprenden todo tipo de emprendimiento, desde una tienda de abarrotes o taller mecánico, hasta consultorías, proveedoras de servicios, constructoras, manufactureras e intermediarias que extraen o fabrican materia prima e insumos para las más grandes.
Con datos de la última Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las MIPYMES, en México sobreviven 4 millones que generan 7 de cada 10 empleos y aportan más del 50% al PIB nacional. A inicios de 2020 los emprendimientos sumaban 5 millones; pero con la pandemia y la negligencia gubernamental, 1 de cada 5 cerró. Como medida, más mediática que razonada, el gobierno emitió microcréditos de 6 y 25 mil pesos, apoyos insuficientes que condenaron al cierre de miles de negocios, pérdida de millones de empleos y de patrimonio, posicionando a México como uno de los más negligentes en este tema.
Desde antes, pero más ahora, los negocios viven al día, no se han recuperado ni crecen, por eso no hay empleo ni nuevos emprendimientos. Surge una precarización laboral, menos salario por más horas. Y hoy vemos más ambulantaje y "cajueleros" vendiendo en la vía pública, más nenis en internet y jornaleros digitales. Técnicos, desempleados, reciengraduados, emprendedores e innovadores desamparados engrosan cada vez más este modo de subempleo.
Y es que el crecimiento y fortalecimiento de las MIPYMES no ha sido prioridad de nuestros últimos gobiernos, a pesar de nuestro cada vez más debilitado mercado interno y la recurrente pérdida de competitividad de nuestro país en el plano internacional. Lo que podría ser una necesaria y valiosa oportunidad para emprendedores, innovadores y profesionistas, termina siendo un estigma, abandono y hasta discriminación por seguir sus sueños y aspiraciones. Solo se ha priorizado el gasto y presupuesto social.
En los últimos años se han invertido anualmente al rededor de 3 billones de pesos en asistencia social y lucha contra la pobreza. Una descomunal inversión con resultados nulos y hasta negativos, pues casi la mitad de los mexicanos (44%) se encuentra en algún nivel de pobreza y, aumentando, casi 1 cada 10 en pobreza extrema. La movilidad social se ha ralentizado, condenando al subempleo y desempleo a millones de jóvenes que buscan su primer empleo o una oportunidad para emprender.
Ojalá que en la recién abierta pasarela de aspirantes a gobernar se planteen nuevas directrices donde nos prioricen a todos. Por el bien de todos, primero los que trabajamos y queremos salir adelante. Por el bien del país, primero los emprendedores!
( drulin@datametrika.com/Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)