A la sociedad le conviene que todo ciudadano cuente con una enseñanza de calidad, ya que a través de ella con toda seguridad, es posible que el alumno logre desarrollar la creatividad, el pensamiento crítico, analítico y habilidades que le permitirán convertirse en un "superhombre" como tal la concepción propuesta por el filósofo Friedrich Nietzsche, hombre que se construye, que se supera así mismo y concreta metas, que a la vez son de beneficio colectivo.
No es una utopía desear que alumnos de cualquier clase social alcancen dicha meta o estado del ser. De a cuerdo a informes, datos estadísticos y resultados académicos hay un porcentaje importante de deserciones en el grado universitario y valdría la pena evaluar las condiciones, políticas públicas, calidad de enseñanza, disposiciones y compromisos del gremio magisterial.
El profesor y autor de varias obras literarias, Diosdado Cifuentes en su libro denominado "Universidad Patito" realizó una extenuante investigación acerca de las buenas prácticas docentes y el abandono escolar, obra en la cual considera que no se están llevando a cabo las acciones adecuadas para que los jóvenes universitarios se apropien de los mínimos conocimientos o habilidades para enfrentar el mundo laboral. "La enseñanza que estamos ofreciendo está muy alejada de mínimos deseables y eso explicaría los resultados y también podría explicar en parte los fenómenos de abandono y reprobación"
Dicha situación repercute en la negligencia laboral, los déficits de crecimiento industrial y a la vez una clase trabajadora que permanece sumergida en un bajo nivel de comprensión de la vida y casi nula participación en el desarrollo de la sociedad. "Casi la mitad de los empleadores alertan de una falta de competencias en su sector y consideran que la educación y formación de los solicitantes de empleo no es adecuada para sus necesidades".
La eficacia de los educadores, el compromiso social, moral y ético en el ejercicio de la enseñanza del grado superior se deben reivindicar. Así como también la cercanía entre maestros y alumnos para motivar a los jóvenes, marcar una línea de respeto, no ofensivo ni malos tratos hacía el alumno. "Miles de estudiantes tienen que soportar humillaciones veladas o rigidez metodológica para poder aprobar sus asignaturas y se enferentan a la dificultad de no encontrar en el área académica y en su principal representante, la figura docente, un trato humano, favorable y empático".
Por lo tanto, seria importante que las universidades desarrollen reestructuren sus políticas públicas para evaluación de los docentes, así como también mecanismos sancionadores que permitan regular el comportamiento de los académicos, tener en cuenta como unidad de medida la deserción escolar en las unidades educativas para implementar medidas pertinentes y rescatar a los universitarios.