La macro elección federal y concurrentes locales implica renovar 20 mil 708 Autoridades, Ejecutivas y Legislativas, incluida la Presidencia de la República como el polarizador centro de atención entre los potenciales 98 millones 329 mil 591 ciudadanos con credencial para votar este 2 de junio, con una consecuente reconfiguración en la correlación de la gobernanza que involucra el contrapeso de un Congreso dela Unión sin mayorías absolutas ni calificadas, además de las alternancias en Gubernaturas Alcaldías, y Cámaras Locales.
En la pluralidad de expresiones ideológicas desdibujadas por un mezquino pragmatismo del ganar sin importar quiénes integran ambas coaliciones electorales, aun así, tendrá que darse la oportunidad para dar paso a la genuina «Política» que concilie un México encausado al horizonte de prosperidad y oportunidades para todos a una justicia social con la prioridad de rescatar a los 56 millones de mexicanos en pobreza, consignados a 2022 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el CONEVAL.
La esencial «Democracia» y la «Política» sin objeción alguna deberán ser los pilares del entramado en la armonía entre Autoridades de Gobierno para gestar e implementar a conciencia lo fundamental; un plan estratégico multianual de gran visión en el que ejerzan sus correspondientes funciones entre los Poderes de la Unión; Ejecutivo, Legislativo y Judicial, sumado a los órganos autónomos que son también contrapesos.
En medio de los nombres, apellidos y rostros de siempre, hay quienes sí son poseedores de los talentos para que esta vez sí privilegien en sus acciones la capacidad de liderar las políticas públicas pertinentes desde la legislación y reformas constitucionales que le permitan al Ejecutivo exponenciar sus atribuciones de administrar los recursos económicos y bienes que son de los mexicanos para proveerles el bien común incluso al 43 por ciento de los mexicanos en condiciones de precariedad, carencias de los satisfactores elementales como la alimentación nutritiva, además de salud, educación, entre otros servicios públicos.
Independientemente de quienes sean electos por la mayoría de la voluntad popular, la gobernanza sin distingo de colores ni de ideología se entiende que las Autoridades Ejecutivas y Legislativas asumen a su cargo para el mismo propósito, que el compromiso de un programa de nación se concrete en hechos, con una actitud receptiva.
Aunque las colectividades sociales también deben tener en cuenta que la participación ciudadana no concluye con el derecho a ejercer el voto, sino que este es el principio de involucrarse con el acompañamiento en la gestión pública que les asegure concretar en los hechos los compromisos realizados en campaña, plasmados en un documento que se registro ante el Árbitro Electoral, la Plataforma.
El entorno de la geopolítica exige que sociedad y gobierno se involucren en un esfuerzo sólido para maximizar las oportunidades de prosperidad que ofrece el fenómeno de la relocalización de empresas transnacionales asentadas en China para que su destino sea el territorio mexicano, habida cuenta que más del 80 por ciento del flujo comercial se tienen con el socio en el T-MEC, vigente desde julio de 2020.
México es el destino natural y debería potenciar su ubicación en la geopolítica para capitalizar el «nershoring» como eje motor del despunte hacia el desarrollo socioeconómico, implicada un flujo de Inversión Extranjera Directa (IED), entre estas de los corporativos tecnológicos con arraigo en el país; cuando menos 10 mil millones de dólares presupuestó Amazon en el estado Querétaro en implementar su división de servicios informáticos que tendrá su alcance hacia Sudamérica;, Microsoft, Google y Apple vienen con sus propios proyectos.
En el punto de inflexión coincidente con sus 200 años constituida como nación de 1824, ahora se está frente a la oportunidad única para que la gobernanza de este país, ejecutiva y legislativa miren por afianzar fundamentalmente la seguridad jurídica al «nershoring», que haga sentido con el Tratado Comercial México, Estados Unidos y Canadá. Empleos calificados e importantes remuneraciones van en el empaquetamiento.
En el contexto de conectar los circuitos de la política con la economía, esta nación cuenta con todo para que en los tiempos y circunstancias contemporáneos tenga una real solvencia en calidad de vida.
Se tienen todos los argumentos para que el binomio de la «Democracia Participativa», la sociedad, y la «Democracia Representativa», el gobierno, sumen para multiplicar dividendos de una sustantiva prosperidad en el norte y sureste, el bajío, pacífico y el centro de su geografía.
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