En un decadente espectáculo circense derivó el proceso sexenal encausado a la elección de la Presidencia de una República Mexicana que entre sus características es Democrática Representativa, Laica y Federal, por lo menos eso enuncia la Constitución en su artículo 40. Aunque entre quienes aspiran a ceñirse la banda del Águila Real. Samuel García con una «fugaz precampaña evidenció su inmadurez y por Movimiento Ciudadano absoluta irresponsabilidad.
Sin demérito de nadie, el acceso al Poder Público exige capacidades y competencias para presentarse con los argumentos de un genuino proyecto de país, de un estado o un municipio, expuesto al escrutinio popular para su conocimiento y análisis que les puede convencer o no al confiarle el elector el sentido del voto en una decisión asumida por voluntad popular.
El calificativo de inconsciencia sería diplomático a una actitud patética como la que Samuel García asumió, quien para hacerse notar desde su presentación como precandidato recurrió al auxilio de su popular esposa, la influencer Mariana Rodríguez, y también de Mariel, su menor hija a quien no debió exhibirla. Sin embargo, a la edad de 35 años la frivolidad no conecta con el perfil político profesional.
Disruptivo en las redes sociales, en sus eventos de una «precampaña» político electoral ninguna cualidad presentó más allá de presumir de un surrealista progreso en el estado de Nuevo León, sumido en una crisis de gobernabilidad en su lucha por imponer a un incondicional a contracorriente de la constitución local, que atribuye al Congreso designar al interino por una ausencia como Ejecutivo Estatal de 6 meses para ir por el cargo de Ejecutivo Federal.
Qué tan mito o verdad habrá sido asegurar que en 10 días de «precampaña» desplazó del segundo lugar en encuestas a su adversaria Xóchitl Gálvez, perfilado ya para dar alcance y ganar a Claudia Sheinbaum, con el contraste de renunciar a su aspiración presidencial, inmediato de que el viernes uno de diciembre la Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó en la media noche la «suspensión para garantizar la titularidad en el cargo de titular del Poder Ejecutivo en Nuevo León».
¿Será de tal gravedad el estado que guarda la administración pública del estado de Nuevo León? Dicho esto, como para que el Ejecutivo Constitucional tomara la decisión inmediata de renunciar a su aspiración presidencial y regresar a su cargo, que legalmente deberá suceder hasta que el Congreso admita el oficio correspondiente de reincorporación.
El «fugaz» precandidato único de Movimiento Ciudadano a la Presidencia de México muestra el grado de deterioro en los perfiles que sin escaso o ningún bagaje de formación ideológica tienen nulas aptitudes para contribuir a la «Calidad de la Democracia» con una plataforma electoral de compromisos que hagan sentido con la exigencia de dar respuestas a las crecientes demandas de justicia social, en medio de las complejidades reflejadas por las asimetrías entre las regiones del país y sus colectividades.
Adjudicar a un «descarrilamiento» la culpabilidad de la vieja política en las aspiraciones al mayor de los cargos de poder siempre será una justificación insostenible para un personaje que nadie es sin su esposa influencer, con millones de seguidores en las redes sociales, en particular tiktok inundado de contenido frívolo.
En nada abona al debate entre candidaturas a la Presidencia de la República que eventualmente los habrá y serán tres ya programados en fechas definidas; que estructuralmente los temas incluirán a la economía y la inseguridad púbica como los problemas predominantes desde procesos electorales precedentes.
En el anecdotario quedará que quien fuera precandidato a la Presidencia de este país se ahogó en su propia inmadurez política, distraído por la ambición de mantener el control de un pujante estado con el más alto nivel socioeconómico, con más oscuros que claros desde que asumió en octubre de 2021.
Cómo olvidar sus zapatos «fosfo fosfo» y ser entre los privilegiados de poseer una elitista camioneta de la automotriz Tesla, que aún tiene en proyecto la megaplanta armadora, que no gestionó sino quien decidió asentarse fue su dueño, Ellon Musk.
Marcelo Ebrard tiene ya rival con Samuel García quien también se anotó para competir a la renovación de 2030; su compadre Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, podría eventualmente reclamar su derecho y llevaría mano.
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