Difícil tarea tiene el Partido Acción Nacional en Tabasco. Debe remontar años de rezago y falta de militantes.
Las estadísticas electorales reflejan una sangría de votos desde la elección de 2006 hasta la última de 2021. En 2000 el PAN vivió su mejor momento al obtener su candidato a la gubernatura, José Antonio de la Vega, 54 mil, 620 sufragios. Después ha ido en declive.
En 2006, Francisco Cáceres de la Fuente obtuvo 29 mil 616 votos; seis años después esa votación mejoró con Gerardo Priego Tapia al sacar 50 mil 672 papeletas y volvió a desplomarse en los comicios de 2018, en los que no postuló candidato sino fue en alianza con el PRD y MC. Aportó solo 28 mil 828 votos.
La caída es más pronunciada si se revisan las votaciones para alcaldes y diputado locales. Pasó de 41 mil 154 y 44 mil 568 sufragios, respectivamente, ganando la alcaldía y el distrito de Nacajuca en 2015, a 6 mil 184 y 12 mil 81, respectivamente, en 2021. Ese año fue en alianza con el PRI en 13 distritos e igual número de alcaldías y solo aportó otros 3 mil 534 sufragios.
Por esa baja votación el PAN perdió su registro en el estado. Dirigentes van, dirigentes vienen y no hay modo de volverlo competitivo.