PARADEROS

EN CAMINO DEL 2024: CONTIENDA LIMPIA O GUERRA SUCIA

Sin duda que lo que distingue a la democracia y a la civilización es el debate abierto, con interlocutores identificados y visibles, porque implica un respeto a sí mismos y a quienes va dirigido el mensaje. Es la gran ventaja de los medios impresos frente a los cuales estemos o no de acuerdo con lo que publican sabemos qué y quiénes son. Lo mismo sucede con los actores públicos, sean políticos o no. Nuestros juicios se basan en el conocimiento y no en los prejuicios. Cuando aparecen campañas de descalificación, con mensajeros supuestamente ocultos, sobre todo aprovechando el anonimato de las redes virtuales –de internet-, no sólo califican a quien patrocina y ejecuta este tipo de propaganda negra, sino que nos confirma lo mucho que todavía tenemos que hacer como sociedad y como individuos. El ahora presidente Andrés Manuel López Obrador fue objeto de las más burdas y dolosas campañas de denostación; pero los ciudadanos demostraron su madurez e inteligencia. Ahí está, ahora despachando en Palacio Nacional y quienes lo criticaron vuelven aunque embozados a combatir lo que significa o se identifica con el verdadero movimiento democrático.