Dado a conocer el Gabinete del Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, como era natural y de esperarse, han aparecido muchas felicitaciones por la elección de sus miembros y también algunas decepciones y descontentos. Nada anormal. Solo que conviene hacer algunas precisiones al respecto: El término gabinete, del francés antiguo “gabinet” tiene, en uno de sus significados, una definición así; “Se conoce como gabinete a la habitación pequeña, de menor tamaño que la sala, donde el propietario del inmueble recibe a las personas de su confianza”.
Está muy claro. Adán Augusto López ha hecho un gabinete a su medida, con amigos, sí, pero de confianza, que en general demuestran una probada eficacia y alta responsabilidad en otras tareas que han ejercido a lo largo de sus carreras, que han de cumplir con aquellas responsabilidades que les delegue el Gobernador, al que le son completamente leales y lo han demostrado con anterioridad.
El gabinete, por lo tanto, constituye el Poder Ejecutivo de un Estado. El concepto puede variar pero en Tabasco, el gabinete es un órgano administrativo que brinda apoyo al gobernador y por eso es de su exclusiva responsabilidad el nombramiento de unos/as u otros/as. La ventaja del Gabinete anunciado es que nos ahorramos la tristemente denominada “Curva de Aprendizaje” que queda amortizada por la experiencia de la inmensa mayoría de sus componentes que al tomar posesión de su cargo pueden empezar a operar inmediatamente las políticas encargadas por el Jefe del Ejecutivo.
Ahí están, Marcos Rosendo, Egla Cornelio, Guillermo Narváez, José Antonio de la Vega, Rita Ofelia Contreras y otros y otras más que destilan profesionalismo y resultados en el ejercicio de la función pública a la que han servido durante muchos años. Ahí a mu juicio también algunas incógnitas y sorpresas. Emilio Contreras, jefe de Campaña del mandatario, Adán Augusto López, ha sido tratado como “hermano del alma” en innumerables ocasiones en público y en privado y sonaba para una de las secretarías de mayor contacto y cercanía con el jefe pero no ha sido incluido en el Gabinete, al menos de momento.
Todo parece indicar que son razones personales perfectamente explicables las que le han impedido a Emilio a aceptar, momentáneamente, ningún cargo en el nuevo gobierno. Algo parecido ocurre con el notario e investigador Jesús Antonio Píña, quien fuera precisamente el primer apuntado por el Gobernador como un posible integrante de su equipo de gobierno. Ambos dos, sin duda, son recambios ante alguna necesidad de hacer cambios en el Gabinete más adelante.
Por lo demás la inclusión de Jesús Alí no es sorprendente, ya que sería un desperdicio no tener en cuenta su trayectoria institucional y su conocimiento de la política nacional además de sus contactos. En todo caso este es un gabinete que si fuera necesario definirlo es de Experiencia y larga Trayectoria. No hay experimentos e incluye a mujeres y hombres que combinan juventud con preparación académica e institucional.
Y por último cabe destacar que el Gabinete es de “inclusión” y “amplio espectro” ya que se han incluido a las personas no por su ideología sino por su conveniencia para cada puesto y pensando en la bandera del Gobernador Adán Augusto: Lograr la Reconciliación de los tabasqueños, ahora como nunca divididos. Siempre se habla de los partidos políticos como agencia de colocaciones para sus adictos, lo que es evidente que no se da en este caso lo que abre las puertas a la entrada de todos para caminar juntos.