Apenas quedan unos escasos días para que Andrés Manuel López Obrador tome posesión como Presidente de la República y comencemos a saber con propiedad quién es quién en el gobierno federal.
Por las circunstancias tan favorables a MORENA, que ostenta mayoría en la Cámara de diputados federales y locales, y en el Senado, y en las alcaldías, además de la gubernatura en Tabasco, entraremos en un proceso político de gobierno enmarcado en una red de decisiones que fluirá con una velocidad inusual y desconocida hasta ahora en el estado.
Será una ayuda excepcional para que los proyectos se trabajen y aterricen en tiempo record, sin que la “tramitología” sea, como hasta ahora, una rémora, más que una garantía de que las cosas se estén haciendo bien. De que esto tendrá “luces y sombras” no cabe duda, pero la máxima será: “mejor la acción que la contemplación”.
Sin que sean oficiales los nombres de los que han sido invitados por el gobernador Electo, Adán Augusto López, por lo filtrado se puede suponer que los que acepten apoyar al mandatario son gente que por su experiencia personal y profesional no necesitan de la famosa “curva de aprendizaje” y llegan con la tarea hecha y los conocimientos y la experiencia como para operar de inmediato la “Cuarta Transformación” en nuestro estado.
Es un gran reto porque gobernar Tabasco tiene dos vertientes: Una rescatar a nuestro estado de la terrible situación económica y social en la que se encuentra y otra es que, a nadie se le escapa, que México entero estará muy pendiente de lo que ocurre en Tabasco por ser la tierra natal de nuestro Presidente AMLO.
López Hernández, muy cercano en su trato cara a cara, amable, correcto y cordial, tiene la gran ventaja de que es muy conocido y querido en lo personal por un amplísimo sector de la sociedad. Sin distinguir partidos, ni colores, ni banderas y goza de su confianza ganada a pulso durante décadas de caminar por todos los caminos, colonias, calles y esquinas chocas. Su gabinete parece que va a tener un perfil muy similar.
Adán Augusto López ya ha expresado su interés para que las cosas vayan muy rápido al grado de que ha declarado que “en seis meses veremos cómo tabasco ha resuelto sus problemas más inmediatos”. El problema más inmediato que tenemos es qué comer hoy mismo y los empresarios como pagar sus nóminas y a sus proveedores y así… Y como nadie espera que las actuales autoridades tengan la más mínima intención, ni capacidad, para sacar ese buey de la barranca, sin duda que es una herencia que el Gobernador Electo tendrá que darle una urgente resolución porque esta situación no da para más.
Si en Tabasco así ha sido siempre, con más motivo la política va a ser todo en los próximos seis años. No todo es malo porque con muy pocos cambios que registremos en las primeras semanas del gobierno de Adán Augusto López Hernández ya estaremos notando una mejoría notable en nuestras condiciones de vida.
La casa está tan vacía que cualquier mueble la va a llenar de esperanza. Y también hace falta barrer y trapear y pintar. Una renovación que por tan esperada estamos todos dispuestos a acometer en cuanto Adán levante la bandera y nos señale el camino. El horizonte se ve cercano, aunque todavía nos queda el camino de la navidad…triste navidad que será está.