Los retos que han enfrentado por la pandemia en la educación a distancia los alumnos son difíciles. Los maestros como los padres de familia han visto y sentido en carne propia problemas con la tecnología.
No se estaba acostumbrado a trabajar vía zoom o Google Meet, y ahora, a casi un año de que llegara el COVID 19 al estado, aún se continúa con dificultades.
Pero, existe otro grupo de estudiantes que su problemática es doble, se trata de los niños y jóvenes que presentan una discapacidad, o conocidos como personas especiales.
Clara María Hidalgo Olán, está al frente de la “Asociación Pro-Discapacidad Intelectual de Tabasco Ángeles Creativos, A.C.”, y de acuerdo a su experiencia por trabajar con este grupo, nos dice que son pocos los alumnos motivados para continuar con sus estudios.
“Lamentablemente varios padres y madres de familia no aceptaron que tenemos una situación inédita y que debemos adaptarnos a ella. Aquí es el trabajo, las ganas de ver a nuestros hijos formados, porque uno de los fines es que ellos logren la independencia, la autonomía, ya que un día estarán prácticamente solos”.
Los retos que han enfrentado por la pandemia en la educación a distancia los alumnos son difíciles. Los maestros como los padres de familia han visto y sentido en carne propia problemas con la tecnología.
No se estaba acostumbrado a trabajar vía zoom o Google Meet, y ahora, a casi un año de que llegara el COVID 19 al estado, aún se continúa con dificultades.
Pero, existe otro grupo de estudiantes que su problemática es doble, se trata de los niños y jóvenes que presentan una discapacidad, o conocidos como personas especiales.
Clara María Hidalgo Olán, está al frente de la “Asociación Pro-Discapacidad Intelectual de Tabasco Ángeles Creativos, A.C.”, y de acuerdo a su experiencia por trabajar con este grupo, nos dice que son pocos los alumnos motivados para continuar con sus estudios.
“Lamentablemente varios padres y madres de familia no aceptaron que tenemos una situación inédita y que debemos adaptarnos a ella. Aquí es el trabajo, las ganas de ver a nuestros hijos formados, porque uno de los fines es que ellos logren la independencia, la autonomía, ya que un día estarán prácticamente solos”.
Destacó que hoy es necesario reeducarnos y reinventarnos, y dio como ejemplo su propio caso, ya que cuenta con una hija con síndrome de Down, y ella como madre y persona de la tercera edad, la tecnología igual le es difícil, pero no imposible.
Aunque considera que existen otras situaciones, como el no contar con internet y un equipo (celular o computadora) porque algunos se quedaron sin empleo, y esos aspectos agravan el asunto.
“Qué pasa con ellos, pues que anhelan verse, abrazarse, escucharse, y al no cumplir con tales aspectos se deprimen, porque por naturaleza son afectivos”.
“El reto es grande, pero es triste que muchas mamás no hayan enfrentado esta prueba, y prefieren que el niño o la niña esté durmiendo, o con el celular jugando, a que sean capacitados”.
Por estos motivos la educación se alejó hasta un 60% de ellos, ya que estas personas son vivenciales, gustan de las prácticas.
Destacó que la asociación Ángeles Creativos va de frente, lo que significa que no pararán sus actividades en pro de estos niños y jóvenes. “No podemos darnos por vencidos, al contrario, tenemos que fortalecernos más, porque en nuestro caso no existen tantos centros que se dediquen a la atención de la discapacidad”.
Lamentó que no se entienda que dejar a una persona con estas características sin motivación educativa, desafortunadamente van retrocediendo, porque su cerebro no está siendo estimulado.
Si de manera “normal” existe una baja en la educación, entonces qué esperar con ellos si no se les da la debida atención.
“Falta un compromiso real, porque esa parte cognitiva no se puede quedar inerte, nosotros en línea estamos trabajando manualidades, psicología, y cada fecha la celebramos, aunque sea a distancia”.
Clara María Hidalgo tiene la esperanza que en el trabajo que lleva a cabo, los padres se involucren más, se preocupen y ocupen de lo que nos toca vivir en estos momentos.
, y dio como ejemplo su propio caso, ya que cuenta con una hija con síndrome de Down, y ella como madre y persona de la tercera edad, la tecnología igual le es difícil, pero no imposible.
Aunque considera que existen otras situaciones, como el no contar con internet y un equipo (celular o computadora) porque algunos se quedaron sin empleo, y esos aspectos agravan el asunto.
“Qué pasa con ellos, pues que anhelan verse, abrazarse, escucharse, y al no cumplir con tales aspectos se deprimen, porque por naturaleza son afectivos”.
“El reto es grande, pero es triste que muchas mamás no hayan enfrentado esta prueba, y prefieren que el niño o la niña esté durmiendo, o con el celular jugando, a que sean capacitados”.
Por estos motivos la educación se alejó hasta un 60% de ellos, ya que estas personas son vivenciales, gustan de las prácticas.
Destacó que la asociación Ángeles Creativos va de frente, lo que significa que no pararán sus actividades en pro de estos niños y jóvenes. “No podemos darnos por vencidos, al contrario, tenemos que fortalecernos más, porque en nuestro caso no existen tantos centros que se dediquen a la atención de la discapacidad”.
Lamentó que no se entienda que dejar a una persona con estas características sin motivación educativa, desafortunadamente van retrocediendo, porque su cerebro no está siendo estimulado.
Si de manera “normal” existe una baja en la educación, entonces qué esperar con ellos si no se les da la debida atención.
“Falta un compromiso real, porque esa parte cognitiva no se puede quedar inerte, nosotros en línea estamos trabajando manualidades, psicología, y cada fecha la celebramos, aunque sea a distancia”.
Clara María Hidalgo tiene la esperanza que en el trabajo que lleva a cabo, los padres se involucren más, se preocupen y ocupen de lo que nos toca vivir en estos momentos.