El anecdotario político de México en materia de disciplina es muy variado, pero entre todos destaca la que vivió en sus años de aprendizaje, el único Presidente de la República que nunca tuvo un cargo de elección popular antes de ser el número uno.
Luis Echeverría Álvarez, debutó en 1943 como secretario particular del General Rodolfo Sánchez Taboada. En pleno proceso electoral, promovió su candidatura a diputado por el entonces Distrito Federal.
Sólo que el atrevimiento se dio sin consultar al entonces mandamás el tricolor, quien desde luego no autorizó el registro del aspirante a legislador y lo mandó a la banca.
Francisco Galindo Ochoa, político con experiencia, aprovechó su cercanía con Sánchez Taboada para interceder por el impetuoso Echeverría, quien estaba arrepentido y el general le dijo que aprendiera la lección y regresara a su puesto de secretario particular.
Le tocó a Echevería ser el encargado de elaborar la síntesis periodística para el general, en los tiempos donde se requería recorrer las frías madrugadas las sedes de los principales diarios capitalinos, luego de su primera lección sobre disciplina partidista. 30 años después fue Presidente de México.
La disciplina partidista pues, es un plato navideño para la 4T. Las reglas estan más que claras para los tres punteros: Claudia Sheinbaun, Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard, los únicos presentes en el cónclave del Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Se dio este diciembre ante legisladores propios y aliados, cuando el guía moral de Morena adelantó que apoyará a quien resulte ganador de la encuesta que su partido dé a conocer para postular al sucesor rumbo a las elecciones del 2024.
"Y de una vez les digo, ya saben cuáles son las reglas, ya no hay dedazo eso se acabó, eso pertenece a la época de la antidemocracia, estamos inaugurando una etapa nueva, esto es una transformación, la cuarta transformación. Ya saben cómo se les va a elegir y yo voy a apoyar al que gane la encuesta", sentenció.
De tres, saldrá uno. Disciplina pues. No hay mayor lectura de las reglas de la sucesión presidencial en este nuevo régimen.
Los escenarios que se pintan para "las corcholatas", son desde luego tan variados como las anécdotas.
Desde los tiempos del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, la izquierda aplicó una operación cicatriz ligth: Ciudad de México para el aspirante perdedor o el Senado como ruta alternativa para quienes mantienen la opción legislativa como acción de sobrevivencia.
Acomódelos pues como usted quiera. Las "corcholatas" (tres) ya aceptaron las reglas desde el mismo 20 de diciembre.
Salvo las acciones que se prevé tomará el Senador Ricardo Monreal, que se quedó fuera de la triada guinda, el mensaje ha sido claro y conciso.
La encuesta va. Y la disciplina también.
Kybalión.- ¿Enroques o relevos?
Antes o después del 28 de diciembre se corren apuestas por radio plaza de armas.
Para no variar puede iniciar con ajustes deportivos, dicen las malas lenguas.
¿Efecto Mayra? Todo mundo atento, el año fiscal termina en horas.