LLEGUÉ TARDE A LA CITA con Miroslava Ferra, cantante oaxaqueña. Digo cita, porque estaba anunciado su concierto a las 8: 30 pm, y yo llegué tarde, a las 9:30. El lugar: Plaza de armas, de Villahermosa. Bajo un toldo grande, más de 300 personas coreando las canciones; y al frente, el escenario, donde se mira la alegría y se escucha la gran voz de Miroslava, con canciones tradicionales del Istmo. Al fondo el grupo de músicos.
ELLA CANTA DIVINO. Su voz de soprano le permite alcanzar altos registros. Desde el escenario proyecta una vitalidad de artista verdadera, lo cual se nota porque comunica con el público, que se dio cita a un costado del mero centro político y cultural de Villahermosa, Plaza de Armas, en el extremo que da hacia el malecón. Yo estaba con compromiso de trabajo cerca de allí. Pero escuchaba de lejos su portento de voz. Y quería estar allí en la cita con la cantante y compositora.
YO VI A PERSONAS BAILANDO con las canciones de Miroslava. Yo vi a personas gritando a todo pulmón "La gata bajo la lluvia", completando sus versos: "yo admiro a Rocío Durcal", dijo la cantante. Yo vi a los músicos tocando música y sintiéndola, gozándola. Yo vi a muchas personas grabando el concierto, o trasmitiéndolo en vivo. "Dedico esta canción a mis padres que me están viendo por las redes sociales", dijo ella amorosa, con gratitud.
PERO QUÉ VOZ TIENE MIROSLAVA. Voz para ópera. Voz de soprano. Como una octava y media más alta que la voz de mujer. Voz para nuestro deleite. Tiene fuerza en la voz. Pero también un bello timbre. Y a eso le acompaña una bella modulación que se crece con su alegría evidente al cantar. Se entrega al público, de cuerpo y alma. Logra ese binomio cantante-público, como pocas. Entre estas, Miroslava. Genio musical. Figura de alegría. Derroche de interpretación.
"ESTA ES DE MI AUTORÍA", DICE. Y me sorprende a la vez que me agrada saberlo. Porque varias de esas canciones que revela ser su autora, yo las he escuchado desde hace algunos años. He buscado su letra para cantarlas. Y he tomado pequeños tragos de mezcal, con esa su canción que habla de esa bebida tradicional y mágica. "Que para todo bien Mezcal, y para todo mal, también".
YA DECÍA YO QUE CANTÓ varias canciones en su concierto. Para cuando yo llegué, ya dije también, tarde a la cita con el destino, correspondió en su repertorio "La gata bajo la lluvia", coreada por el público. Mimetizada público y cantante. Como uno mismo, como una misma. Yo, al escuchar la canción -compuesta por el famoso compositor español de los años 80s y 90s- Rafael Pérez Botija, hasta creía escuchar en mi imaginación una gata en tejado, una gata ronroneando, tallando su lomo en las pantorrillas de su compañero, que lee en un mullido sillón. "Ya vi que se la saben", dijo al responder el público al medio verso cantado por ella, invítame un café. Y el público: "...y hazme el amoooooor!". Sí que se la saben.
LE PEDÍAN "LA LLORONA". Y dijo que "claro que sí", pero antes "La huarachuda", bella canción de orgullo en el ser de donde somos y de quienes provenimos. Pero además qué cómodos los dichos huaraches. Hay que tener valor para afrontar y enfrentar a los discriminados. Y qué manera jocosa de hacerlo, porque, dice la canción, se tienen bien puestos los huaraches -y no me refiero a los huaraches-, para finalizar, que "si quieren se los presto". "Esta canción es de mi autoría, y está en las plataformas digitales. Apoyen a los artistas independientes". Dice.
YA AL FINAL, LUEGO DE LOS GRITOS de "otro, otra", salió de nuevo al escenario y cantó "La iguana", con tres parejas para el baile. En esta canción los hombres realizan acrobacias semejando a ser iguanas. Luce la coreografía por supuesto. Y luce ella con ese dinamismo y vitalidad que se logra cuando el corazón y el alma están puestos allí, donde se está, haciendo lo que gusta. Ella es Miroslava Ferra. Y le gusta cantar porque nació realmente para ello. Es su misión de vida transformar para bien a quienes le escuchan.
EL CONCIERTO NO TERMINA AÚN. Esperen. Todavía Miroslava nos deleita con Tengo una novia muy rebonita; que me persigue por donde voy; .si voy a Huixtla, si voy Arcelia, a Macuspana o a Champotón.." Y la gente está prendida, y varias parejas bailan "De quén chon". A los demás se nos mueven los pies, sin animarnos a sacar a bailar a alguien. Canta esta canción Miroslava con un ritmo frenético, y a "tempo" más rápido, que parece como si al cantar estuviera diciendo bellamente trabalenguas. Y no se traba, al contrario.
Y VINIENDO DE OAXACA, desde Villahermosa, para el mundo, nos dice ella en su canto que "dice por ahí un consejo, que está prendido en el viento, si quieres llegar a viejo, si quieres vivir contento, si quieres ver las estrellas más lindas del universo. Vamos a Tabasco, que Tabasco es un edén". La presentación de Miroslava Ferra, admirada cantante, se dio en el marco del Festival cultural CEIBA, edición 2024. @destacar Miroslava Ferra