Los datos de ingreso y gasto de los hogares muestran que la pobreza disminuyó entre 2018 y 2022.
El índice de Gini, que mide la desigualdad, también disminuyó.
En ambos casos son ganancias pequeñas pero importantes en un panorama de fin de gobierno que ha destruido mucho y construido poco.
Pero pobreza y desigualdad son asuntos centrales.
Cifras: los ingresos del 10% más pobre de la población subieron, entre 2018 y 2022, un 19.9%. El índice de Gini mejoró de 0.426 a 0.402.
Según Gerardo Esquivel, @esquivelgerardo, quien adelanta las cifras de Coneval, en 2022 tuvimos 5 millones de pobres menos que en 2018. Y la tasa de pobreza extrema por ingresos será la más baja desde que tenemos registro.
Mejorías notables, sin duda.
Las causas de esto, según los expertos, son los programas sociales del gobierno, es decir, el dinero en efectivo que se entrega a la gente, en particular a los adultos mayores.
Influyó también la mejora de los ingresos por el aumento de los salarios mínimos, y de los salarios en general, gracias a las reglas laborales del tratado de libre comercio con América del Norte, el T-MEC.
Finalmente, por las remesas enviadas de Estados Unidos, cerca de 60 mil millones de dólares al año.
Todo junto arroja un panorama positivo.
La pregunta es si, con estos resultados y estos ingredientes, México encontró el camino para volverse una sociedad sustantivamente menos pobre, menos desigual, más homogénea y más justa de lo que ha sido hasta ahora.
La respuesta es no. El gobierno no ha creado un camino robusto hacia la equidad, una política social nueva, sostenible y reproducible.
Ha encontrado sólo, y esto es muy importante, algunas políticas que funcionan, al tiempo que ha destruido otras que funcionaban mejor, como la protección mayoritaria en materia de salud.
El hecho es que estamos frente a cifras nuevas y esperanzadoras. Hay mucho que estudiar en lo que las ha producido. Y continuar lo que se pueda.
Lo lamentable en este horizonte es la conversión de los programas sociales del gobierno que funcionan, sobre todo el de adultos mayores, en groseros instrumentos de inducción y coerción electoral.
(Datos en Jorge Andrés Castañeda: Las paradojas de la ENIGH / 26 / julio / 2023 / El Economista).