En México, el 12 de diciembre, día en que se festeja la aparición de la Virgen de Guadalupe, inicia una serie de fiestas denominadas Maratón Guadalupe-Reyes, que culminan el 6 de enero; precisamente con la rosca de Reyes. Una característica de los festejos de este maratón es que todos están relacionados con alguna festividad religiosa. Durante la década de 1990, las autoridades del entonces Distrito Federal, hoy CDMX, implementaron el Operativo Guadalupe-Reyes, un programa especial que comenzaba el 12 de diciembre con el objetivo de proteger a los peregrinos que llegaban a la Basílica de Guadalupe y concluía el 6 de enero, día en que los Reyes Magos traen juguetes a los niños.
Recordemos que días antes, los Reyes Magos buscan los juguetes que los niños han pedido en sus cartas. Incluso la noche del 5 de enero, ansiosos, buscan completar los pedidos y requieren protección. Con el tiempo, los mexicanos adaptamos el nombre de este programa a Maratón Guadalupe-Reyes para enfatizar las celebraciones entre estas 2 fechas. Sin embargo, hay quienes extienden el maratón hasta el 2 de febrero, Día de la Candelaria, fecha en la que abundan los tamales y el atole de diversos sabores.
Aunque algunos economistas vienen advirtiendo riesgos inflacionarios, contracción económica y menor crecimiento económico para este año, el comercio establecido sumaría altas ventas con este cierre de maratón. Según la CONCANACO-SERVITUR y otras Asociaciones, el maratón Guadalupe-Reyes pudo haber generado ventas mayores a los 500 mil mdp para el comercio establecido, a pesar de la espiral inflacionaria de los últimos años y la difícil situación económica actual de miles de familias. Los rubros en los que habríamos gastado más serían las cenas del 24 y 31, obsequios, ropa, artículos para el hogar, pago de deudas, tratamientos médicos, salud y belleza. Las familias se endeudan debido a 3 factores principales: el furor navideño, la falsa idea de que todo se puede adquirir con el aguinaldo, y los meses sin intereses.
Muchas familias llegan a gastar más del 150% de sus ingresos mensuales, una carga para la cuesta de enero y de varios meses más. En la ruta, se gasta en regalos, ropa, juguetes, comidas, cenas, viajes e incluso objetos de lujo que no necesitamos pero que hemos deseado siempre. Las tarjetas de crédito se saturan, el aguinaldo y prestaciones de fin de año se agotan, y la realidad nos alcanza. Ahora, algo notable es que en los últimos años el incremento de compras online en este periodo ha crecido entre el 30 y 50%, iniciando con las ofertas del Buen Fin en noviembre. Consumidores online habituales aumentan sus compras hasta en 60% comparado con otros meses, acumulando compras mayores a 1,200 pesos en promedio; las categorías punteras son salud, belleza, ropa, deportes, juguetes y electrónica. La CDMX, Nuevo León, Jalisco, Estado de México y Veracruz son los que más compran en línea para estas fiestas.
La meta del maratón es el festejo de Día de Reyes, donde según la misma CONCANACO-SERVYTUR la derrama económica pudo haber alcanzado los 20 mil mdp, un 20% más que el año pasado. Con la mayor demanda en juguetes, videojuegos, tabletas, celulares, consolas, computadoras, perfumes, ropa y calzado. Esta estimación incluye las ventas de rosca de Reyes. En promedio, cada año se venden 4 millones de roscas, beneficiando a más de 7,500 panaderías y reposterías. Además, existe una alta demanda de otros productos como leche, chocolate y café para acompañar.
Festejar nuestras tradiciones fortalece la cohesión social y también impulsan el crecimiento económico. Pero es importante comprar en establecimientos formales, pues incentivan la economía y garantizan productos o servicios de calidad. Son cerca de 5 millones de pequeñas, medianas y grandes empresas las que hacen posible llegar diversos productos y servicios en todo el país. El comercio representa el 60% del PIB, 6 de cada 10 pesos se generan a través de establecimientos formales, los cuales son el motor del país. (drulin@datametrika.com/ Investigador Titular, UJAT/Director General, Datametrika Co.)