¿QUIÉN SERÁ EL PREMIO NOBEL de Literatura 2022? Difícil saberlo de antemano. (Este texto fue elaborado horas antes que se diera a conocer el fallo de la Academia Sueca, N.E) A los cuasi eternamente propuestos como Murakami, Adonis, no los nombran. Y no sería sorpresa que nombraran a Salman Rushdie, el de los "Versos satánicos", condenado a muerte por la política y fanatismo musulmán, y recientemente acuchillado previo a una lectura, pero sobre todo sobreviviente a esos ramalazos de odio. Me asomo a los de las otras disciplinas, mas como lector, me llama la atención el de Literatura. Así que días previos al anuncio busco alguna pista, leo las listas que publican varios diarios, que aseguran que son producto de casas de apuesta, y la lista viene en orden descendiente, del que los momios o apostadores favorecen, y que al final de cuentas el jurado decide a como les da la gana.
CUANDO GANA un desconocido, sabemos que en todo caso es leído y conocido por pocos, según la región donde radica y en el idioma que escribe. El año pasado por ejemplo lo ganó el tanzano que escribe en inglés Abdulazrak Gumah, y destaca su obra Paradise, entre otros. Lo nombran por sobre más de veinte que eran muy mencionados, o les llaman los eternos candidatos... hasta que mueren y dejan de serlo. El premio Nobel no se adjudica post mortem.
MEXICANOS SOLO lo ha obtenido Octavio Paz, en 1990; y otros latinoamericanos han sido el guatemalteco Miguel Ángel Asturias 1967 , la chilena Gabriela Mistral 1945 y Pablo Neruda 1971, el gran colombiano Gabriel García Márquez 1982 y el polémico y excelente escritor Mario Vargas Llosa en 2010. La lista es muy chica para la gran obra que se ha escrito en estos lugares tropicales. Y es muy conocida la lista de quienes no lo obtuvieron y que tampoco lo necesitaron para escribir la mejor obra de la literatura como Leon Tolstoi, Franz Kafka, Julio Cortázar, Virginia Woolf, Jorge Luis Borges, y muchos más. Del perfecto escritor argentino, Borges, se dice que porque aceptó una invitación para visitar al dictador chileno Pinochet, quien lo galardonó. Y también dicen que porque criticó un poema de uno de los jurados de dicho prestigioso premio Nobel.
DARÍO FO, EL ACTOR y dramaturgo italiano, que lo ganó en 1997, cuenta que salió en su motocicleta como siempre a su trabajo, y que sintió temor porque vio que una pareja en motocicleta lo seguía, y entonces aceleró para despegarse de dichos sujetos, pensando que fueran asaltantes o, peor, secuestradores, y que con un motor más poderoso lo alcanzaron y la mujer de copiloto desplegó un cartel que decía "Fo, Nobel". Era una periodista que lo andaba siguiendo para extraerle las primeras declaraciones como el nuevo Nobel de literatura.
HASTA ANTES DEL INICIO de la pandemia me daba por comprar en viejo cualquier libro de escritor Nobel. Así que ente mis algunos libros tengo un sub conjunto de Nobeles. Así tengo de Vicente Aleixandre, de Solyenitzin, de Camus, Sartre, entre otros. Algunos de ellos son ilegibles, y no precisamente porque los tenga en su idioma original, sino porque siendo escritores de español o traducidos no logro meterme más allá de la página cinco. Otros, por supuesto, tienen una capacidad de atraer desde el primer párrafo que nunca los suelto hasta que los termino. Y ya quiero releerlos.
YO SÉ QUE MUY POCOS están pendiente de este nombramiento del premio Nobel cada año a principios de octubre. Quizá solo algunos lectores que tienen sus preferidos por lo que leen, y algunos escritores. A mí me pasa que desde finales de septiembre busco notas al respecto y aunque sean los mismos refritos de antes donde consignan oh, los que no han ganado y siempre están en las listas (Murakami, Don De Lillo, Adonis, etc), los que ya lo ganaron pero no lo merecían, etcétera; los que ya murieron y no lo ganaron teniendo los merecimientos más que sobrados, y así por el estilo. Es una obsesión que tenemos algunos.
QUE NI PODEMOS dormir el día previo. Así que una madrugada horas antes de que lo den a conocer en Suecia, soñé que lo ganaba Mario Vargas Llosa, uno de mis escritores favoritos. Porque hemos de aclarar que los latinos quisiéramos que fueran más los de este lado del continente lo ganaran. Al despertar me llevé la sorpresa que efectivamente lo había ganado el de “La casa verde”; “Conversación en la catedral”. Quizá estaba el radio encendido y entre sueños lo escuchaste. No tenía radio ni televisión en la habitación donde aún duermo. Yo mismo estoy sorprendido desde esa vez. Y ahora por más que aplico mis fuerzas "potéticas" no logro adivinar al nuevo ganador del premio Nobel. (El texto completo se puede leer en la página de Facebook del autor: antonio.solis.33)