NO HAY BOICOT, son las condiciones climáticas y la excesiva dependencia que México tiene del gas procedente de Estados Unidos, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador al referirse al “apagón” (corte de electricidad) en varios estados del norte del país. Como medida preventiva, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), a cargo del tabasqueño Abraham Alipi Mena, anunció “cortes de carga rotativos aleatorios” en 12 estados de la República.
Se trata, explicó la Cenace integrante del gabinete de energía, de evitar afectaciones mayores en el Sistema Interconectado Nacional. Los estados en los que ayer aplicaron suspensión controlada de carga son: Aguascalientes, Colima, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
Los “apagones” que afectaron inicialmente a Nuevo León, Tamaulipas y Chihuahua fueron resultado –de acuerdo a la explicación oficial- de un desbalance entre la carga y generación de electricidad, por “un alto flujo de energía eléctrica entre las regiones del sur y norte del país, ocasionado por las salidas de centrales eléctricas de generación por la falta de gas natural y la pérdida de algunos elementos de la Red Nacional de Transmisión”.
LA REFORMA Y MACUSPANA
DESCARTAR el sabotaje importa, porque actualmente se discute en el Legislativo una reforma radical a la Ley de la Industria Eléctrica heredada de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón, y que confronta dos esquemas: el que descansa en la supuesta eficacia de la privatización y la propuesta de López Obrador para retomar la rectoría del Estado (y el control) en este sector estratégico.
Una de las razones de los “apagones” recientes fue –dijo AMLO- que las plantas que operan en México dependen del gas proveniente de Estados Unidos. Se toman las medidas necesarias para sustituir las fuentes de combustible, señaló.
México tiene suficiente gas. Hay que mirar al sureste. En enero de 2020 diario PRESENTE publicó –y lo comentamos-, que existe una reserva importante nada menos que en Macuspana. Fuentes consultadas por este columnista indican que mientras los gasoductos de Tuxpan pueden trasladar unos 60 millones de pies cúbicos, en el sur se pueden ofertar hasta 90 millones de pies cúbicos diarios.
Retomo parte de lo publicado en estas páginas hace un año. Esperemos que quienes se preocupan por la autosuficiencia energética tomen un poquito de tiempo en revisarlo.
Dice la nota:
Fuentes consultadas por PRESENTE destacan el potencial que tiene Tabasco para surtir de gas a la zona (sureste). Aunque se han anunciado nuevos yacimientos y la búsqueda de otros, nos explican que existen todavía grandes reservas no exploradas, como es el caso de cuatro nuevos bloques en el campo Narváez “que son de mucho gas, y que con cuatro pozos no sólo se obtendría el recurso rápidamente sino que la perforación sería barata porque el fluido no está profundo”.
Agrega una de las fuentes: “Son cuatro bloques de Narváez (Macuspana) que incorporarían 120 millones de pies cúbicos diarios, ya que hay la experiencia del pozo Narváez-3 que produjo 40 millones de pies cúbicos de gas”. Esto, por supuesto, que es un cálculo extraoficial.
EL TIEMPO CUENTA
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Todavía más, revelan documentos a los que tuvimos acceso, en la tierra del presidente López Obrador, en Tepetitán, Macuspana, existe un potencial de otros “cuatro o cinco pozos más de gas”.
Añade el columnista: en aquel tiempo, hace un año, en Chiapas, un grupo de empresarios organizados en un clúster comenzaron la construcción de un gasoducto trazado de Tapachula a Salina Cruz Oaxaca. Sin embargo algo sucedió que en diciembre del año pasado, es decir casi once meses después, se informaba que esa “magna obra” iniciaría hasta julio de 2021 con una inversión de 9 mil millones de pesos, compartida a la mitad entre la federación y particulares. El tiempo es fundamental para el proyecto de AMLO.
Hace un año se destacaba que “Tabasco requiere con urgencia el acceso al gas natural porque sólo dos compañías operan este insumo en la entidad y no es suficiente para la demanda de la industria. Aunque hay cuatro empresas más interesadas en distribuir este combustible, pero no existe la presión suficiente para asegurar el abasto”, dijo la entonces secretaria de Desarrollo Económico, Mayra Jacobo.
Apenas en esos días, el presidente Manuel López Obrador anunció que se iniciaría la construcción de un gasoducto de Veracruz a la Península de Yucatán para garantizar “gas barato para el desarrollo de toda esta zona”.
El Presidente informó en aquellas fechas, durante una conferencia matutina en Palacio Nacional, que acudiría el fin de semana “a iniciar la construcción del gasoducto de Tabasco, de Reforma, Chiapas -límites con Tabasco-, hacia la península de Yucatán”.
Remataba la nota: “Como lo han reconocido los funcionarios estatales y los empresarios locales, lo que hace falta es un abasto suficiente de gas, pues aunque están construido los gasoductos falta presión al fluido”.
AL MARGEN
LE DECÍA que el nuevo titular de Cenagas, Abraham Alipi Mena, es tabasqueño, seguramente conoce parte de estos reportes. Según información a la que tuve acceso, los directivos de Pemex conocen el potencial de Macuspana que serviría para el proyecto Mérida 4 de generación eléctrica; ahí están casi a la mano 5 pozos con 30 millones de pies cúbicos diarios cada uno, a 2 mil 200 metros de profundidad. Lo más notable me aseguran que en dos semanas se perfora cada pozo. Pero además hay remanentes de gas en Hormiguero y Usumacinta. Sería posible competir con el gas que traerán desde Texas a bajo costo…y con menos riesgos. (vmsamano@hotmail.com)