"Callaron como momias..." es una coloquial expresión que alguna vez ha utilizado el Presidente Andrés Manuel López Obrador, para reprochar públicamente a periodistas antaño, que hayan guardado silencio por hechos acontecidos y que --a su modo de ver-- afectaron a los mexicanos en lo relativo a la economía o porque hubo actos de corrupción que propiciaron un ambiente de desigualdad en detrimento de las principales causas sociales de nuestra nación.
Tal vez le asista mucha razón al titular del Ejecutivo Federal, aunque algunos cuestionan el hecho de que se hable en forma generalizada y en el mismo costal se meta a todos, buenos y malos.
Existe una innegable realidad: buena parte de la ciudadanía ya tiene identificados a ese segmento de comunicadores que en relación con gobiernos del pasado guardaron silencio respecto de algunas acciones de gobierno que merecían un cuestionamiento expreso y contundente.
Pero también en el pasado hubo y siguen existiendo aquellos personajes que en el ejercicio de la libertad de expresión elevan la voz para denunciar entuertos que afectan a la sociedad en general y por ello se han ganado el reconocimiento por parte de la ciudadanía.
Incluso, no pueden soslayarse aquellos casos de periodistas que en el ejercicio de tan noble oficio han perdido la vida, otros han terminado en la cárcel, y algunos más han sido objeto de amenazas e intimidaciones, de muchas partes, lo que ha llevado a considerar que el trabajo que realizan los comunicadores es de alto riesgo no sólo en México sino en muchas partes del mundo.
Lo ocurrido recientemente en Acapulco, Guerrero, ante los estragos provocados por el Huracán "Otis", es y seguirá siendo noticia. Y al margen de cómo los periodistas digan las cosas, el gobierno y sus autoridades, los empresarios, los acapulqueños, en particular, pero también obviamente los guerrerenses, todos de mano de la sociedad en conjunto deberán apretar el paso en esa enorme tarea que hoy tienen en sus manos para la reconstrucción del bello puerto.
La tarea en aquella entidad es muy dura y el compromiso del gobierno federal, estatal y municipal es fuerte. Reactivar Acapulco es el gran reto, no es el momento de hacer caso a distractores como aquellos temas que aún siendo importantes debieran pasar a segundo término pues en estos momentos lo importante es que ese estado recupere pronto sus actividades económicas y la normalización de la vida cotidiana.
En Acapulco los daños son cuantiosos y el número de damnificados es considerable: en los reportes oficiales se dice que la afectación a las viviendas, vías de comunicación, redes de electricidad, agua, drenaje, en salud, edificaciones, hoteles es enorme y como dijera el propio Presidente AMLO en una de sus conferencias "mañaneras" el asunto "está cañón", no es hora de quedarse solo de brazos cruzados ni callados ante la gravedad de la tragedia.
No vaya a resultar que, por no decir las cosas a tiempo, más adelante, venga algún otro y nos diga como el tabasqueño: "callaron como momias".
Entrelíneas....
Interesante la entrevista realizada al coordinador de la defensa de la 4T en Tabasco, Javier May Rodríguez en conocida estación de radio; el comalcalquense anunció que mañana jueves será la reunión entre los distinguidos morenistas que participaron en la contienda interna. Admitió que recibe "consejos" del Presidente AMLO y que obviamente consultará con él su proyecto Tabasco rumbo al futuro inmediato.***El abanico de aspirantes morenistas a la alcaldía de Centro, según dicen algunos, parece verse completo con la renuncia que ayer presentó a la delegación estatal del INFONAVIT, Jesús Alí de la Torre. Otros activos de Morena que van en busca de esa posición son los activistas cercanos a Javier May Sheyla Cadena y Jorge Bracamontes. También Carlos Íñiguez Rosique, secretario de Administración del gobernador Carlos Merino. No hay que perder de vista también el diputado federal Manuel Rodríguez González, quien ya inició su promoción para la encuesta. (altar_mayor@yahoo.com.mx)