SIN DUDA que uno de los mayores desafíos para Morena como Movimiento y como Partido es ya conservar la unidad. Mantener esas dos vertientes que lo integran; pero esas dos (partido y movimiento) son también muy diversas. Su cohesión depende fundamentalmente del liderazgo de Andrés Manuel López Obrador; se insiste en que la manera como resuelva la sucesión presidencial para el 2024, lo mismo que las candidaturas en los estados, será determinante no tanto para que gane una elección, sino para continuar y profundizar la propuesta fundacional lopezobradorista.
Hemos señalado lo que el sentido común concluye: en un partido la alianza más importante es la interna…después lo demás.
Le comenté en mi anterior colaboración cómo esta organización –primero como asociación civil y posteriormente partido con registro- ha tenido varias etapas y que entra ahora a una nueva. Le refería que así como el PRD fue constituido en 1989 como un rompecabezas de las más diversas corrientes y liderazgos (desde priistas nacionalistas hasta comunistas y ex guerrilleros), Morena también fue resultado de una suma de grupos y personas con intereses contrapuestos pero unidos por un objetivo: derrotar al PRI (cambiar al país, se dijo).
SEMEJANZAS Y DIFERENCIASPOR CIERTO que el PRI (Partido Revolucionario Institucional), nació en 1929 como PNR (Partido Nacional Revolucionario) desde el poder y a iniciativa de Plutarco Elías Calles, presidente de la República que se convierte en su primer dirigente. Concebido como un partido de masas (como un movimiento) fue en realidad herramienta de acuerdos entre los diversos grupos y caudillos regionales derivados de la Revolución de 1910. Como se sabe, en 1938 Lázaro Cárdenas lo transforma en Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y en 1946 tomó el nombre de PRI cuya crisis mayor se reveló en la ruptura encabezada 1987 por la Corriente Democrática que en 1988 dio origen al Frente Democrático Nacional (FDN) con la suma de varios partidos y corrientes particularmente de izquierda, que al año siguiente integraron el PRD (1989).
El PNR/PRM/PRI nació de una suma de grupos cobijados con la bandera de la Revolución Mexicana (etapa que es identificada por López Obrador como la Tercera Transformación, antes fueron la Independencia y la Reforma); el PRD también de una coalición diversa que también tuvo como bandera el nacionalismo revolucionario, pero que muy rápidamente agotó su capacidad de conciliar liderazgos y sufrió su mayor desgajamiento entre 2011 y 2014 con la fundación de Morena…partido-movimiento que también reclamó en sus inicios el ideario de la Revolución Mexicana y de diversas corrientes de izquierda.
MILITANCIA, VOTOS, ESTRUCTURASRECORDABA aquí que en su construcción Morena enfrentó muchos obstáculos. Retomé una columna publicada el 14 de octubre de 2013 sobre el logro de su asamblea estatal en Tabasco, paso previo a la nacional que la integraría oficialmente como candidato a ser partido. También tuvo juntas organizativas en todos los estados.
En aquella asamblea del 13 de octubre en Villahermosa, Morena acreditó seis mil afiliados, a pesar de que sus organizadores afirmaron tener 40 mil inscritos. ¿Por qué esta cifra? Tanto Javier May Rodríguez como Octavio Romero, dirigente del Comité Ejecutivo Estatal y presidente del Consejo Político, respectivamente entonces, aseguran que fue una cuestión de organización. Resultaba sumamente difícil que con el personal asignado por el IFE para recabar las firmas y revisar las credenciales vigentes, se pudiera atender a más gente…bastaba cumplir y con creces los requisitos.
Se dijo que a nivel nacional los organizadores tenían una meta más ambiciosa: conseguir en todo el país un millón 500 mil activistas.
En mi colaboración citada líneas arriba mencioné que “en la pasada campaña electoral por la Presidencia (2012), López Obrador) anunció que su asociación civil (Morena) contaba con 2 mil 217 comités municipales y 37 mil 453 comités seccionales. En total unos 179 mil dirigentes en todo el país y unos 4 millones a quienes definía como “protagonistas del Cambio Verdadero”.
También comentamos algo que se confirma con el paso del tiempo: que la fuerza electoral de un partido “no tiene relación directa con el número de militantes declarados –el PRI tenía oficialmente más inscritos en 2000 y 2006 cuando perdió las elecciones federales-, sino en su capacidad para obtener la confianza ciudadana”. Sin ignorar el control y la eficacia de sus estructura electoral considerada en personas y recursos materiales y financieros. Lo que sucedió en el 2018 demostró que López Obrador fue capaz de multiplicar hasta más de 30 millones su cosecha de sufragios; en 2018 le habían reconocido casi 16 millones de votos.
De acuerdo a lo dicho por Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, durante las recientes elecciones para consejeros de esa organización en julio pasado se afiliaron 2 millones 500 mil personas. ¿Con cuántos afiliados llegará Morena al 2024?
AL MARGENNo hay duda que Morena es actualmente una eficaz maquinaria electoral, en donde las estructuras crujen es en lo que podría denominarse su proyecto político, el plan de la Cuarta Transformación. Claro, sus líderes afirman que eso es sólo un fallido deseo de los adversarios. Pronto lo sabremos. (vmsamano@hotmail.com)