Más conocido como el maestro de AMLO, Rodolfo Lara Lagunas cumplirá el 9 de enero 83 años. Recién fue homenajeado el pasado 30 de noviembre en el auditorio del Instituto Juárez por organizaciones independientes que reconocieron su guía en lecturas políticas y difusión del patrimonio cultural, particularmente de Juárez y de los Olmecas, así como su contribución a la Cuarta Transformación desde sus orígenes hasta su llegada al gobierno.
Morelense por nacimiento, tabasqueño por destino, Lara Lagunas es multifacético y polímata. Carismático, inspirador y sensible a las injusticias sociales son tres cualidades que lo distinguen. Gran lector, autodidacta, estratega y pensador son otras características subyacentes en su carrera como actor educativo, sujeto político, escritor, investigador, divulgador de la historia, promotor de lectura y forjado del movimiento por la revolución de las conciencias.
Como educador, se doctoró en pedagogía y transitó por todos los cargos del magisterio: profesor de aula, director de centro escolar, inspector, supervisor de zona y secretario de Educación. Promovió la lectura, recuperando la opinión de los estudiantes de secundaria a través de más de quinientas mil encuestas que permitieron concentrar los textos predilectos en cinco antologías. Por esta labor alcanzó un premio nacional otorgado por la SEP, el CONACULTA y la UNAM. En la tesis con la que se graduó como profesor de educación cívica apuntó tres ideas esenciales: la educación no es neutral, ésta debe servir para la superación de las contradicciones, y los libros de texto no lograrán conquistar la mente de los jóvenes mientras las lecturas sean aburridas y ajenas a la realidad de quien lee. ¿No son éstos los preceptos puestos en boga por la Nueva Escuela Mexicana?
UNA BÚSQUEDA COMPROMETIDA
Fue en el contexto educativo donde tuvo la oportunidad de desplegar la búsqueda de la igualdad, la justicia social y la democratización mediante pedagogías que abandonaban la enseñanza tradicional. Fue también el medio donde haría una extraordinaria conexión con las mentes jóvenes, infundiendo el deseo de transformación social, como ha reconocido el expresidente Andrés Manuel López Obrador, cuyas ideas políticas muestran el mismo ideal del profesor Lara, habiendo entre ellos no sólo una admiración mutua, amistad, coparticipación conjunta en las luchas políticas sino una influencia recíproca a nivel ideológico. En política y las ideas, ambos son un binomio inseparable.
La de Lara Lagunas es la historia de un profesor reflexivo que decidió ir más allá del aula para pasar a la acción y así concretar un programa político encaminado a la búsqueda de un bienestar generalizado. En su juventud participó en el movimiento estudiantil de 1968; en su madurez se unió al movimiento fundacional del extinto PRD, del cual fue diputado federal. En su momento, padeció la represión y persecución por sus ideas y convicciones. Como estratega, ya con la experiencia adquirida en las batallas políticas, fue coordinador estatal del Gobierno Legítimo promovido por AMLO tras el fraude electoral de 2006; posteriormente, se encargó del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) como como asociación en Tabasco; fue coordinador estatal de la campaña presidencial de AMLO en 2012; y, a partir de la conversión de Morena en partido político, ha organizado su programa de formación política.
Actualmente, está jubilado de la docencia, mas no de la vida pública, pues sigue fundando círculos de lectura en los que promueve el estudio y el análisis de la realidad mexicana. Cofundó, en colaboración con el oftalmólogo Feliciano Wong Ortiz y otras personalidades de la academia y la cultura, el Centro de Difusión y Rescate de la Cultura Olmeca, A. C. y el Centro de Información Política de Izquierda.
Además, practica otras disciplinas en las que ha creado obras para su colección personal y que, de manera generosa, obsequia a sus amigos y gente de su estima. Así, en la pintura, la música y las artesanías ha encontrado otros canales para expresarse y continuar la difusión de los saberes que él considera esenciales para la mexicanidad.
OBRAS EN VIDA
Es un escritor prolífico; sus obras son de gran efectividad lingüística y largo alcance reflexivo. Son de esos libros que, como decía José Vasconcelos, lo hacen a uno ponerse de pie. Lo predisponen a uno a la acción. Con el tiempo se volvieron de circulación nacional porque se han ido de mano en mano por todo el país y en torno a ellos se hacen círculos de lectura. Él mismo costea sus ediciones y los distribuye de manera gratuita. Seis libros son ya un hito, a saber: Juárez: de la choza al Palacio Nacional, Estampas juaristas, El sueño mexicano, Por una revolución de las conciencias, La simbología olmeca: el legado y No hay que rajarse.
Hombre fuera de lo ordinario. Los eventos en los que se presenta alcanzan lleno total. Durante su homenaje, rotulado "En vida, profe, en vida", hubo dicha y alegría compartidas. Los corazones vibraban en un mismo sentido; era la emoción de coincidir en tiempo y espacio. Los allí reunidos tenían en común el sentirse especiales, porque algo los vincula. Quienes hicieron uso del micrófono insistieron en hacer notar los años de amistad, la afiliación partidista, la inscripción al movimiento lopezobradorista, la familiaridad directa o indirecta, el haber estudiado juntos, el ser parte de las protestas del 68 y compartir la celda, el participar en los círculos de estudio, las campañas electorales, el leer sus libros, el ser hermano, hijo o nieto de amigos y conocidos suyos, a la manera de herencia de la amistad. Cualquier vínculo con el maestro Rodolfo Lara Lagunas nunca será menor y siempre será motivo de orgullo. Este aprecio también se ha extendido a su familia, primordialmente a sus hijos, hay quienes esperan sean su relevo en la dirección o conducción ideológica del partido. ( *Mediador de la Sala de Lectura Rodolfo Lara Lagunas)