La moneda mexicana no forma parte de las utilizadas para calcular el índice del dólar y, por lo tanto, no tiene un impacto en la economía mundial en el momento actual. Las remesas no forman parte del PIB, sino que se integran exclusivamente en el flujo de efectivo de la economía mexicana. El país requiere de un mayor número de billetes y monedas para compensar las transacciones llevadas a cabo con el fin de obtener pesos de los dólares enviados.
Hoy en día, existen más de 39 millones de mexicanos residiendo en los Estados Unidos, y representan entre el 10 y 12 % del total de la población de nuestro principal socio comercial. Adonde 24 millones de personas tienen entre 20 a 65 años y algunos de ellos tienen la posibilidad de trabajar (legal o ilegal).
A lo largo de los años, este grupo de individuos ha generado y edificado aproximadamente 11 millones de hogares, lo que representa un 12 a 14 % del total hogares que existen en los EUA, y en aumento. En México, esto equivale entre el 30 y 35 % del total existente.
En promedio, una persona que trabaja en Estados Unidos de origen mexicano está ganando aproximadamente entre los 2,700 y 2,800 dólares mensuales, y tiene que enviar entre el 14 y 18 % de este dinero a algún familiar en México.
Esta suma, que se envía a México, se denomina "REMESAS". En el año 2018, se enviaron en un ritmo mensual de 320 dólares (6,147 pesos al tipo de cambio promedio observado), mientras que en el año 2024 se incrementó la cantidad de dinero a 393 dólares (6,965 pesos). El incremento del monto de 73 dólares no implica que los individuos que reciben el dinero incrementen su gasto, si no se trata de compensar las pérdidas ocasionadas por el incremento de la canasta básica, la inflación, los costos de materiales de construcción y, en última instancia, el costo de la vida.
La persona que reside en los Estados Unidos durante el período comprendido entre 2018 y 2024, sufrió una pérdida del 6 % de su salario en promedio, debido al ser pagado con un salario inferior. La presente situación plantea un dilema entre los hogares o personas que ostentan remesas para su envío a México, ya que el costo de su vida se ha incrementado. Por esta razón, deben levantar todas las mañanas más temprano para poder invertir más horas laborables al deber tener dos trabajos, y poder compensar los costos que han aumentado. No es lo mismo recibir que generar la forma de ganar dinero.
A partir de los datos anteriores, comienza a surgir la "QUIMERA" sobre qué tanto las remesas contribuyen a la economía mexicana. En primer lugar, es necesario señalar que estas no forman parte del Producto Interno Bruto, ya que no se derivan de una producción generada en el territorio nacional. Como resultado, no forman parte del crecimiento económico, y en segundo lugar, son divisas, es decir, dinero que entran a la economía del exterior, y tiene que ser cambiadas en su totalidad a pesos. Esto requiere disponer de una mayor cantidad de billetes y monedas disponibles para poder realizar las más de 12 a 14 mil transacciones mensuales que se realizan de acuerdo con el banco de México.
La "QUIMERA". Las remesas han experimentado un incremento del 84 % entre 2018 y 2023, incrementando de 34 mil millones de dólares hasta 63 mil. Desde este dato surge la duda y que está sin resolverse, debido a que no es creíble que manden dinero:
1. Los 40 millones de personas de origen mexicano.
2. Los 24 millones de personas entre los 20 a 65 años.
En ambos casos, estarían por arriba del total del monto registrado en forma anualizada.
Haciendo un cálculo en función del número de hogares, y se sugiere que el total de individuos que residen en uno, se agrupen para enviar el promedio observado, y tomando el dato del cierre del 2023, encontró que faltarían aproximadamente 16 mil millones de dólares, y este monto de donde provendría. ¿Alguien Sabrá?
Las divisas derivadas de las remesas se incluyen en el flujo de efectivo diario de la economía, lo que altera la cantidad de billetes y monedas necesarios. Teniendo que imprimir en mayor cantidad, como ocurrió en 2018 hasta la fecha.
En cuanto a las divisas de mayor proporción, tales como las exportaciones automotrices e crudo, remesas y turismo, se ha incrementado de 197 mil millones de dólares en 2018 a 310 mil en 2018, un aumento del 58 %. En el lugar de mayor incremento se han encontrado las remesas con el 84%, y posteriormente las exportaciones con un incremento del 66%.
Esto ha provocado que cada dólar que ingresa de divisas al país ha requerido la estampación de 30 a 45 pesos para compensar la entrada de estos. En el año 2018, se registraron 1.6 Billones de pesos circulando en billetes y monedas, mientras que al cierre del año 2023 se registraron más de tres billones de pesos, un incremento del 90 %. Esto ha sido consecuencia del incremento de las divisas, especialmente aquellas que deben ser convertidas en pesos.
Tengamos presente que una parte de la inflación de un país puede deberse a la relación entre la oferta y la demanda de divisas en un país. Por tanto, esto puede deberse a un aumento excesivo de la oferta monetaria o una caída repentina de la demanda de dinero. Hoy en México, en México, no existe un aumento de la productividad marcado y, por consiguiente, no es necesario imprimir más dinero.
Las exportaciones automotrices, turismo y la exportación del crudo forman parte del producto interno bruto, derivado de la productividad de empresas, negocios y personas dentro del país. Las remesas provienen de un país que proporciona trabajo a personas de origen mexicano, y cuyo beneficio de esta labor es para la nación que da una oportunidad al inmigrante.
Resumen:
En el futuro, México experimentará una gran cantidad de moneda en pesos circulando. El comprender que el tipo de cambio actualmente está bajo, debido a una gran cantidad de dólares que ingresan por divisas, y esto aumenta el número de dólares que no son utilizados para las transacciones diarias, y genera una mayor oferta ante una menor demanda de cambio de divisas. Esto último, ha contribuido a incrementar las reservas del país en dólares, debido a la necesidad de extraer dólares en el mercado por parte del banco de México, y poder controlar el tipo de cambio.
Cuidado con el futuro.
(Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos)