Desde sus antecedentes el ejercicio del poder público ha requerido ser regulado para hacer eficientes los procesos democráticos, asegurar la legalidad, la equidad, competitividad y transparencia no solamente del uso de recursos y rendición de cuentas, sino para brindarle a la sociedad una democracia electoral digna y garante de las leyes.
Como parte de las políticas de gobierno, en cada sexenio el presidente de la República en turno marca un sello distintivo en el orden de la Reforma Político Electoral. Esta administración no será la excepción, puesto que el primer mandatario, Andrés Manuel López Obrador ha presentado a la Cámara de Diputados la iniciativa de reforma electoral la cual se considera cambios a 18 artículos constitucionales.
Cabe destacar que la históricamente el sistema de partidos políticos en México ha sido marcado, con una serie de actos fraudulentos que han generado entre la sociedad descontento y desconfianza, por lo tanto, si es importante revisar, regular y optimizar el sistema por el cual se eligen los representantes populares de la ciudadanía, para así ir modelando un sistema competitivo, abierto y plural.
Dentro de esta nueva reforma se contempla convertir el Instituto Nacional Electoral en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, para que este funcione como único órgano independiente de la regulación lecciones a nivel estado y nivel federal. En el cual se está considerando el cambio de 11 a siete consejeros, mismos que serían electos por medio del voto popular y propuestos por las cámaras de diputados y senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el titular del Ejecutivo Federal.
Siendo el futuro INEC, el único ente responsable de la organización de las elecciones nacionales, estatales y municipales, se podrán disminuir los gastos en costos de operación, ya que en esta propuesta se considera la desaparición de los OPLEs y los Tribunales Electorales Locales. Por lo que el ejercicio de la democracia prácticamente quedaría centralizado en el INEC, en caso de ser a probada la iniciativa.
Dentro de los cambios que se contemplan constituir en esta propuesta se pretende eliminar el financiamiento a los partidos para actividades ordinarias, lo que justamente beneficia de manera directa al uso del recurso público, ya que anualmente crece el dinero que se destina para la operación del sistema político mexicano. Por ejemplo, en el año 1999 se asignó un presupuesto de 13,400 millones de pesos mientras que en 2018 el presupuesto fue de 68,300 millones de pesos, lo que representa un crecimiento de 409% en menos de dos décadas.
Sin duda alguna, uno de los cambios en el sistema electoral más esperado por la población, es la eliminación de diputados plurinominales; por lo tanto, se disminuirán 200 representantes federales y 32 senadores que obtienen una curul por la vía de representación proporcional. Me parece que el pueblo estará de acuerdo con esta propuesta ya que generalmente esos lugares son reservados para las personas integrantes de la cúpula política, quienes regularmente sin esfuerzo alguno llegan a posicionarse ante una curul sin compromisos sociales y sin conocer las necesidades de la población y mucho menos propuestas de políticas públicas para el bienestar social.
Por mencionar algunos puntos que considero los más relevantes de la Reforma Electoral, cabe mencionar que también se plantea el cambio del modelo para elegir legisladores, el voto electrónico, la reducción de integrantes en los congresos locales, la ampliación de la difusión de propaganda gubernamental y cambios en el modelo de la comunicación política. Los cuales detallaremos en la siguiente publicación de este espacio de participación mediática político social.