Las elecciones se ganarán con votos y los votos son personas de carne y hueso. No inventos virtuales.
El cierre de precampaña de los precandidatos de Morena y de la oposición a la gubernatura, fue un reflejo de la preferencia y del ánimo en que está cada uno de ellos ante la militancia y simpatizantes. Falta la campaña, es cierto, pero ya tenemos una primera medida.
A Javier May Rodríguez, precandidato único de Morena, lo acompañaron más de ocho mil morenistas y seguidores. Fue una demostración de la fuerza y el arrastre que tiene en las bases de su partido, al que consideran la esperanza de un futuro mejor para los tabasqueños. Y que representa de manera auténtica al denominado "obradorismo"
El teatro al aire libre del parque "La Choca" fue insuficiente para recibir a esa multitud que volcó todo su entusiasmo y apoyo a una candidatura que se gestó desde abajo y con un arduo trabajo político, a ras de piso, como solo Javier May lo sabe hacer.
Su discurso fue breve, pero contundente. Dijo lo que tenía que decir, con mucha claridad y precisión, para que nadie se llame a engaño. La apuesta es por la unidad, pero una unidad real, no fingida y embozada, aliada a los adversarios políticos por intereses afines, para debilitar al movimiento, porque eso sería, como dijo en su discurso el precandidato, una traición.
En el frente opositor fueron otros los escenarios. Juan Manuel Fócil Pérez, precandidato del PRD, cerró precampaña con un recorrido por el mercado público "José María Pino Suárez", por la mañana del miércoles, y con una reunión vespertina con militantes de Jalpa de Méndez.
Minés de la Fuente, precandidata a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, cerró precampaña con una partida de rosca en el parque central de su natal Huimanguillo, que reunió a cientos de personas.
La precampaña de Lorena Beaurregard de los Santos, precandidata del PAN, concluyó como inició: en sus redes sociales con pronunciamientos políticos y críticas a Morena y a su precandidato.
Así están las cosas.