Imagina que confías en alguien para que te administre una empresa, le das recursos suficientes, incluyendo sus honorarios y los de decenas de trabajadores, profesionales y técnicos de nivel. Al cabo de un tiempo, te dicen que la empresa no renovó su licencia para vender el servicio porque no les alcanzó, pero ves que siguen vendiendo el servicio sin reportarte los ingresos.
Más o menos así sucede con Televisión Tabasqueña (TVT). La empresa de participación social mayoritaria del Estado de Tabasco está en proceso de renovación de la concesión ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones, debido a que la concesión venció en 2022.
El espectro radioeléctrico es el espacio de frecuencias en el que es posible transmitir señales de radio, televisión y telefonía celular, es limitado. En nuestro país son la Ley Federal de Telecomunicaciones, y el Instituto Federal de Telecomunicaciones, los que regulan el uso de este espacio. La concesión de TVT es para uso público. Conforme a la ley y a los lineamientos vigentes, "este tipo de concesiones no se podrán usar, aprovechar o explotar con fines de lucro", pues para ello los interesados se requiere obtener una concesión de uso comercial.
TVT tuvo una concesión de ese tipo, pero la perdió en 2015, cuando durante el proceso de renovación no pagó la contraprestación que exige la ley. En ese momento eran casi 15 millones de pesos por las tres estaciones, XHVET-TV en la Venta, XHMET-TV en Tenosique y XHSTA-TV en Villahermosa. Sin embargo, la empresa continúa vendiendo publicidad como si tuviera licencia para hacerlo.
La gente reclamó en redes sociales que para la imposición de bandas y el desfile de carros alegóricos, TVT hizo transmisiones plagadas de publicidad, con anuncios que impidieron apreciar como querían esos eventos. Un abuso precisamente en las fechas en que el canal tiene más visualizaciones porque a los tabasqueños les interesa su máxima fiesta, la que, igual que el canal, se financia con sus impuestos. Sin embargo, TVT no rinde cuentas sobre sus ingresos de TVT por concepto de publicidad, o a qué se destinan esos recursos.
El reclamo de los chocos tuvo resultados: la transmisión de la elección de la Flor Tabasco 2024 mejoró mucho comparada con los eventos anteriores. Se escuchó mejor, los anuncios fueron bastan menos y se restringieron al momento en que veíamos en pantalla a los conductores del canal. No se repitió lo que en el desfile de carros alegóricos, que los conductores hablaban de un carro o embajadora distinto del que se podía ver en pantalla, dejaron de sobreponer tanta publicidad que impidió ver un solo carro completo.
Eso a pesar de que el director general, José Chablé, publicó un comunicado en el que parecía que se excusaba de toda responsabilidad al señalar que quien se encargaba del audio en la elección de la Flor era el Comité de Feria. En el mismo, también sostuvo que tenían que pasar propaganda política o el canal podría ser sancionados con una multa millonaria. Después se desdijo, aseguró que el órgano electoral le autorizó transmitir la elección de la Flor Tabasco sin propaganda y satisfizo otro reclamo de las audiencias, molestas de que la transmisión se interrumpiera abruptamente para emitir spots de políticos.
Por cierto, el Comité de Feria es una entidad pública en el limbo: en el Instituto Tabasqueño de Transparencia no está registrado como sujeto obligado, y muchas cosas relativas a la máxima fiesta de los tabasqueños están en total opacidad, porque ni la secretaría de Desarrollo Económico ni la de Turismo o Finanzas reconocen que les competa responder solicitudes al respecto. Son otros que, si quieren, rinden cuentas de la inversión y los ingresos. Si no, no pasa nada.
La Comisión de Radio y Televisión de Tabasco (CORAT), órgano desconcentrado y autónomo, recibe este año un presupuesto aproximado de 71 millones de pesos, fue creada en 1989 con Enrique González Pedrero como gobernador. Es administrador único de TVT, empresa creada en 1992. En tres décadas no han logrado que los tabasqueños sientan que es suya esa señal de televisión, tan sólo protestan cuando no sirve para apreciar con calidad su máxima fiesta. Tal vez sea hora de exigir, también una mejor rendición de cuentas.