PARA EL SER, NO ES LO MISMO con libros que sin libros. Puede parecer arrogante esta afirmación rotunda. Pero es una diferencia muy amplia en la manera de concebir o percibir la realidad y el mundo, entre una persona habituada a leer a otra que no sabe leer ni escribir. Y no me refiero a discriminar a unos u otros. Sino solo como ejemplo que se piensa distinto.
¿CUÁL ES EL LIBRO que me impactó sobremanera? No tengo claro cuál fue. Pero me gusta decir que los libros de texto gratuitos de la escuela primaria. Descubrí allí que los límites están más allá de mi entorno de familia y barrio. Y escudriñando un poco más, fue el libro Heidi, a los 10 años. Libro que no pagué en una tienda de venta de revistas y libros. Allí me encontré que había otros libros y no solo los gratuitos de la escuela. Con Heidi, descubrí la posibilidad de inventar personajes y hacerlos vivir con la imaginación.
EL TEMA LLEGÓ A MÍ por un texto de Stefan Zweig, donde cuenta que en un viaje por barco conoció a un apuesto italiano, miembro de la tripulación, con el que hizo amistad. Ya con la confianza trivia y tibia de amigos, un día se le acercó el chavalo para pedirle le leyera una carta que le había llegado. Al principio creyó que era una carta en otro idioma, pero no: era en italiano. Allí se dio cuenta que su joven amigo no sabía leer ni escribir.
Y DE ALLÍ LE VINIERON LAS REFLEXIONES sobre qué puede pensar, cuál es el flujo de sus ideas y la lógica en el manejo de conceptos, de una persona que no tiene acceso a lo que contiene un libro. Y pone de ejemplo la palabra Argel (que a ese país se dirige el barco) y hace una relación de temas que le vienen a la mente con esa sola palabra: guerras, petróleo, monarquía, tráfico, etc.
EL TEMA DE LA DIFERENCIA ENTRE LEER Y NO, por demás, me dejó estupefacto. Nunca lo había pensado. Por cierto mi madre no sabía leer ni escribir. Mi padre medio sabía. Pero yo le agrego algo más, con la afirmación encontrada por allí, que "es lo mismo en una persona el no saber leer ni escribir que una persona que, sabiendo, no realiza esas actividades". Porque la lectura estimula la mente, agrega palabras en una suma impresionante, permite la construcción de otras imágenes. Podemos decir: amplía el horizonte del cosmos en la mente de la persona.
LO HACE EN SU TEXTO EL ESCRITOR QUE ALUDO. Se pone e pensar sobre cómo sería -él mismo- si no hubiera tenido de siempre esa relación apasionada con los libros. Y llega a la conclusión que en su caso nunca había pensado en esa circunstancia, dado que le fue natural la cercanía con los libros, por eso no había pensado en ello, como no pensamos en el aire para nuestra respiración, porque nos es algo natural. En su reflexión se da cuenta de que gran parte de lo que sabe se debe sustancialmente a los libros.
LO HE PENSADO, POR SUPUESTO. En las varias ocasiones en que he estado al frente de un público hablando sobre la importancia de la lectura libre, digo que no me hubieran invitado a esa actividad si no fuera lector. Es un privilegio que lo inviten a uno a hablar con grupos de personas sobre un tema determinado. He sido jurado en eventos de oratoria y declamación. Y todo eso es gracias al libro. Vaya, este escribir a diario y que me publiquen en periódicos. Y más aún, no pocas veces unos versos o cartas me han acercado a personas que aprecio y quiero.
UNA VEZ ESCRIBÍ -RECUERDO- UN TEXTO sobre qué curso habría tenido mi vida si solo hubiera estudiado primaria o secundaria. Tracé una ruta en la imaginación que me llevó a ser inmigrante en los Estados Unidos, con una actividad quizá de jardinero en esos palacios de madera y cartón que tienen la mayoría de personas en los Estados Unidos. No me parece mal, por supuesto. La reflexión la hago en función de lo que hubiera sido de mi vida si no me hubiera habituado a la lectura.
ARROGANTE, VANIDOSO como lector habitual o por serlo? Creo que no. Casi estoy seguro que no. A veces he tenido que morderme los labios para no contestar insultos. Escribo lo anterior y me da risa. Porque se especializa uno en ser más rotundo en la ofensa. Las palabras están allí, a punto de salir. Pero respiro contando hasta mil y me olvido de responder. Me dan ganas, como todo ser normal al que le hierve la sangre con las ofensas. Pero trato que mi hígado no sea el que me dicte. Por lo demás todo bien. Lo anterior como el ejemplo del boxeador, que siendo hábil en dar catorrazos, no puede meterse en pleitos de barrio, porque sus puños son armas mortales.
POR LO DEMÁS, TODO BIEN. Leer es una manera de ser en la vida. No leer también. Leer permite tener más argumentos para convencerse a sí mismo (no a los demás) que discutir no vale la pena. La persona que no lee considera que tiene razón en todo. Entonces uno se retira de la discusión diciéndole: "tienes razón, hermano". Y punto final. En cambio al leer se puede afirmar con toda seguridad que las condiciones para la vida en otros planetas es que haya leche y miel, como en la Tierra, las palabras escritas para que haya humanidad, para que se procure humanidad. Os diré un secreto: la civilización inició con el invento de la escritura. Maravilloso invento.