SEGUNDA PARTE
El papa Francisco advirtió que hay en todo esto una hipocresía, la del "Príncipe de este mundo", el que se opone a la paz. "¿Y cómo se puede hablar de paz si la producción, la venta y el comercio de armas aumentan?", pregunta en forma de reclamo el líder católico.
Junto a la hipocresía camina la discrecionalidad, "el ocultamiento" de algunas guerras y de la inversión financiera en ellas:
"La gente, que no quiere armas sino pan, que le cuesta seguir adelante y pide paz, ignora cuántos fondos públicos se destinan a los armamentos. ¡Y, sin embargo, deberían saberlo! Que se hable sobre esto, que se escriba sobre esto, para que se conozcan los intereses y los beneficios que mueven los hilos de las guerras", expresó el Papa de origen argentino.
La seguridad nacional ha cobrado otros matices actualmente, aunque para nuestro país no resulta extraño. Debe recordarse que, tras la independencia política, y durante todo el siglo XIX el país conoció gobiernos emanados del ejército militar, salvo periodos cortos a cargo de civiles, entre los que destaca el encabezado por liberales como Gómez Farías, Juárez y Lerdo de Tejada.
México recibió la vigésima centuria con una dictadura militar, derrocada por una guerra civil que refundó a las Fuerzas Armadas, mismas que tuvieron un papel muy activo en la reconstrucción del Estado mexicano, desde Carranza a Lázaro Cárdenas, pasando por Obregón y Calles. Don Plutarco E. Calles, en aras de la pacificación y civilidad entre generales, políticos y ambiciosos, asignó su respectiva cuota de poder al Ejército al integrarlo como un sector participante en el partido hegemónico, pero fue el General Cárdenas, quien logró reformar la configuración del Estado al restringirle a las Fuerzas Armadas participar en política y ocupar cargos de elección popular para que se enfocaran exclusivamente en las tareas de la defensa nacional y sometiendo su obediencia al Presidente de la República. El último presidente militar fue Manuel Ávila Camacho (1940-1945), en la coyuntura de la II Guerra Mundial (1939-1945), para dar paso al abogado Miguel Alemán Valdés (1946-1952), a quien le tocó inaugurar una nueva era de gobernantes civiles que persiste hasta el actual gobierno del licenciado Andrés Manuel López Obrador.
Como se observa, los tiempos de conflictos bélicos internacionales han coincidido con el establecimiento de gobiernos militares en México. El prolongado periodo de Porfirio Díaz (1876-1911) coincidió con la llamada "Paz Armada" (1871-1914); los llamados gobiernos de la Revolución y primeros posrevolucionarios (1915 a 1945) consolidaron el Estado nacional mientras el mundo vivía una época convulsionada por dos guerras mundiales, una crisis económica intermedia y las revoluciones rusa y china. Nuestro país entró a la etapa de gobiernos civiles con sucesiones controladas, y el mundo, a la Guerra Fría.
Los tiempos cambian y las circunstancias ameritan replantearse a cada Estado su organización interna en aras de la seguridad exterior, y debería hacerse sin "hipocresías y ocultamientos". (FIN)