Acerca del Primer Encuentro de Talleres Literarios de Tabasco "Bocetos del golfo" y su conversatorio*
Hablar de talleres literarios es hablar de un espacio en donde confluyen personas que, en principio, lo que quieren es una opinión acerca de sus creaciones literarias, ya sea un poema, un cuento, una crónica, incluso capítulos de una novela. Pero también hay otros talleres, sobre todo los institucionales, en donde se realizan ejercicios (yo prefiero llamarle juegos) de creación literaria, que son aquellos en donde se busca el pretexto para soltar la mano, los más experimentados hasta han armado un cuento basado sólo en esos juegos, que vamos, siempre tendrán algo de uno, por muy juego que sea. La creación literaria tiene eso, una especie de magia que te revela diversas formas de lograr un texto que pretendemos literario.
Los talleres literarios aquí en Tabasco se remontan a una época en que la ciudad apenas empezaba a formarse, a hacerse de una identidad. Por ciudad hablo de Villahermosa, que es donde llegaron los primeros talleres de la mano de uno de los gobernadores que más ha dado a la cultura en esta tierra, me refiero al licenciado Enrique González Pedrero. Después de él, los talleres –al menos los institucionales– fueron menguando, conservándose algunos que hoy en día aún sobreviven, más por amor al arte que por apoyo gubernamental.
En ese contexto, y ante la necesidad de sumar esfuerzos, es que la Red Independiente de Talleres Literarios, promovida por el incansable poeta y promotor cultural Lorenzo Morales, en conjunto con el Sistema Informativo Tabasco, llevaron a acabo el Primer Encuentro de Talleres Literarios de Tabasco "Bocetos del golfo", un encuentro que duró tres días, en el cual, se dieron cita alguno de los talleres (mayormente independientes) que tienen vida en el estado: De Cunduacán, Diversidad Textual, Juan Rulfo, Rincón de lecturas y uno muy especial, el que sesiona en el Centro de Inserción Social en el estado de Tabasco, en donde, con un permiso especial, pudo ser una de las sedes de dicho encuentro; las otras fueron el Centro Cultural Villahermosa y el hotel Viva, sitio principal del encuentro.
Esta reunión estuvo plagada de actividades que motivan a su continuación y a repensar la importancia de los talleres literarios, siendo el conversatorio de talleres literarios realizado el sábado 1 de julio, en la sede principal, el evento en donde representantes de dichos talleres (exceptuando el del Centro de Inserción Social, por obvias razones) manifestaron la importancia de los talleres, en los cuales, más allá de su objetivo primordial: pulir la letra, la palabra, la redacción a través de bases teóricas para la construcción del texto literario.
Es importante también contextualizar nuestros tiempos, nuestras circunstancias y demostrar que los talleres literarios (y por supuesto que también, los de música, danza y las actividades deportivas) dan elementos a nuestra juventud para identificarse con su tiempo, con su entorno y, sobre todo, ir sorteando las vicisitudes de la vida. Para ello, es fundamental que los coordinadores de talleres, además de tener conocimiento acerca de la literatura, sean capaces de empatizar con los asistentes al taller, pues un taller no sólo sesiona una vez, es una pequeña casa en donde, al menos una vez a la semana, se reúne un grupo de personas, que expresan en sus textos, mucho de lo que son y de lo que viven y es en ese abrir de capas, en donde se le da la oportunidad al coordinador, de aportar, a través del taller literario, un granito de arena para coadyuvar a la reconstrucción de una sociedad que día a día vemos en franca picada: insolvencia económica, narcotráfico, un sistema educativo rebasado, feminicidios, maltrato infantil, suicidios infantiles y juveniles, entre otros tantos problemas que nos aquejan y que sólo con solidaridad y empatía, podemos –quizá– ir contrarrestando y lograr el bien común tan deseado.
Así pues, yo celebro que encuentros literarios se sigan realizando, porque más allá de la fiesta de las letras que es un deleite, también tenemos que fomentar el compromiso con la sociedad. Pues a pesar de que, mayormente, los talleres se crean por amor al arte, estoy convencido de que una sociedad consciente de su entorno y circunstancias, es una sociedad con la capacidad moral para exigir mejores resultados de quienes deben darlo. Al final de cuentas, el taller literario es un espacio en donde confluyen personas que escriben y escribir es encontrarse con uno, pero también encontrarse con el otro.
__________
*Manuel Felipe (Villahermosa, 1981). Co-Coordinador del taller literario "Rincón de lecturas" y autor del libro Cosmogonía de las iguanas (Casalia ediciones, 2021) y coautor del libro La mayoría de las veces las cosas no salen como uno espera, salen mucho peor. Fábulas pandémicas (Cuadernillos de la grieta, 2021).