En la recta final del primer período presidencial de la 4T pareciera ser que el escenario se torna hartamente complicado para el mandatario tabasqueño Andrés Manuel López Obrador.
Aunque déjeme decirle, lector querido, que el tepetiteco-macuspanense no es una perita en dulce y en múltiples ocasiones ha logrado salir airoso en procesos más escabrosos donde ha demostrado gran sagacidad para lograr sus cometidos iniciales.
Ejemplo de ello, su tenacidad, temple y carácter para –después de tantos años de luchas políticas—haber logrado escalar para obtener el más alto cargo político en el país, la Presidencia de la República y además...haber construido e impulsado con potencial destreza y habilidad un proyecto sucesorio viable a la 4T.
Sin embargo, por estos días finales del sexenio lopezobradorista, AMLO pareciera estar frente a una gran encrucijada: la batalla final que, sin duda, provocará grandes definiciones hacia el futuro inmediato.
A bote pronto hay quienes ven, por estos aciagos días, una encarnizada disputa entre opositores y el gobierno cuatroteísta:
Luchas, por ejemplo, en la arena del Instituto Nacional Electoral (INE) que este viernes habrá de tener definida la representatividad que tendrán las fuerzas políticas en el Congreso de la Unión y ello estaría aparejado con el rumbo que tomarán algunas iniciativas de reformas legislativas enviadas por AMLO como es el caso de la reforma judicial.
Reformas que, a su vez, en forma paralela han causado reacciones diversas en el escenario político nacional como el paro laboral iniciado en todo el país por los trabajadores del Poder Judicial Federal o el pronunciamiento de grupos corporativos como la COPARMEX a favor de la defensa de los derechos de ese personal institucional.
Y en el contexto de ese ambiente convulso que se está generando en el país por estos días, destaca la advertencia que hacen calificadoras y bancos internacionales ante los presuntos riesgos que representaría –según dicen-- la aprobación de la reforma judicial.
De acuerdo a las alarmas emitidas por las calificadoras Fitch Ratings o Morgan Stanley "la aprobación de la reforma al Poder Judicial podría afectar negativamente a México en materia económica, política y social".
Fitch Ratings explicó que la aprobación de la reforma judicial podría impactar negativamente a México; sin embargo, considera prematuro evaluar la gravedad del riesgo antes de su implementación.
En su reporte Agenda, desafíos y oportunidades de Sheinbaum, presidenta electa de México, Fitch aseguró que la reforma planteada por el presidente AMLO, y que ha sido respaldada por su sucesora Claudia Sheinbaum, puede leerse como una interferencia del gobierno en el Poder Judicial, lo que " generaría preocupaciones sobre su imparcialidad, independencia y calidad técnica".
La agencia también destacó que prevé un aumento gradual de la deuda/PIB por encima del 51 por ciento debido a mayores déficits primarios, altos costos de endeudamiento y un crecimiento moderado del PIB que promediará el 2 % en 2024-2026.
Morgan Stanley, por su parte, redujo recomendaciones para invertir en nuestro país al degradar la calificación de México en el ámbito de inversiones, es decir, disminuyó las recomendaciones.
"Bajamos la calificación de México a infraponderada tras la propuesta de reforma judicial que el Ejecutivo envió al Congreso. Creemos que reemplazar el sistema judicial debería aumentar el riesgo, así como las primas de riesgo de México y limitar el gasto de capital. Eso es un problema, ya que la relocalización de empresas está alcanzando cuellos de botella clave", detalló en un informe especial dicha calificadora. (altar_mayor@yahoo.com.mx)